"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
María Cristina, un nombre susurrado en los pasillos del hotel por generaciones, es el centro de esta historia. La música de Waxman intensifica la atmósfera dramática. La reina se enfrenta al espejo, sus ojos brillan con desesperación mientras cubre con maquillaje una cicatriz de bala. Vestida elegantemente, desciende una majestuosa escalera, diciendo: “¡All right, Mr. DeMille, I’m ready for my close-up!”
En un gesto inesperado, abre la boca, despliega su lengua roja, invitando a las estrellas a adentrarse en sus entrañas. El Hotel María Cristina destaca en el Festival de Cine de San Sebastián, desempeñando roles diversos a lo largo de su historia. Como una película épica, su historia se desenvuelve en capítulos llenos de intriga, drama y romance, convirtiéndose en un personaje en sí mismo en la trama de la ciudad.
La apertura de este drama se remonta a 1912, cuando el Hotel María Cristina hizo su gran entrada en la escena de San Sebastián. Su papel inicial fue el de una anfitriona de la élite.
Pero como en toda gran película, llega el conflicto. Dejó los bailes elegantes para convertirse en refugio republicano y los pasillos se llenaron de estrategias militares, marcando sus paredes con cicatrices de balas, que hasta el día de hoy se pueden apreciar, un recordatorio silencioso de los días de lucha y desesperación.
En el tercer acto, el Hotel María Cristina se convierte en el centro del cine, siendo escenario de encuentros secretos, acuerdos cinematográficos y romances fugaces. A lo largo del tiempo, una narrativa oculta se ha entrelazado, solo accesible para curiosos detectives históricos. Se plantea la incógnita de quién fue el misterioso huésped que desapareció en el Festival de 1958 y qué secretos se llevaron consigo.
Como en un relato misterioso, sus pasillos albergan conversaciones susurradas entre estrellas de cine y tramas insondables. Pero al final de cada temporada del festival, una escena única se desenvuelve en el altillo secreto del hotel. María Cristina, la diva legendaria, se retira a su santuario para sanar heridas de guerra antes de su próxima aparición. En esta historia sin título, solo el tiempo desvelará los enigmas que yacen en su interior, como palabras en un libro que nunca llega a su última página.
Lucía Malandro