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Apagón, la serie de Movistar+ que se estrenó ayer en Sección Oficial, explora las consecuencias de un apagón generalizado provocado por el impacto de una tormenta solar en la Tierra. La serie está compuesta por cinco capítulos autoconclusivos firmados por cinco directores de referencia: Rodrigo Sorogoyen, Raúl Arévalo, Isa Campo, Alberto Rodríguez e Isaki Lacuesta.
El coordinador creativo de esta obra apocalíptica es Fran Araújo, quien inspirado por el podcast “El gran apagón” de José A. Peréz Ledo aprovechó la oportunidad para aglutinar en un mismo proyecto “a gente con la que quería trabajar y que, por suerte, les llamé y me dijeron que sí”.
Según contó Araujo, el primer paso para crear la serie fue formar una mesa de guion compuesta por Isabel Peña, Alberto Marini, Rafael Cobos, Isa Campo y él mismo. Curiosamente, cuando ocurrió eso el mundo estaba en plena pandemia y los guionistas tuvieron que escribir sus historias en menos días de los deseados y en una habitación con mascarillas. “La verdad es que todo fue bastante apocalíptico”, bromeó la guionista Isabel Peña.
Este contexto de pandemia motivó que la serie tomara un camino distinto al podcast. Mientras la ficción sonora se centra en una conspiración política, “la serie hace un homenaje a los profesionales públicos que dan la cara por nosotros”, señaló Peña. “Tras la pandemia los creadores de la serie sentimos la necesidad de reivindicar el papel de las instituciones porque a veces olvidamos que son ellas las que mantienen la sociedad y sino acabamos en la barbarie”, manifestó Araujo. En su opinión, a través de los cinco capítulos, “la serie hace un viaje desde las instituciones al individuo”.
“El apagón era un buffet libre para nosotros porque afectaría a la sociedad en miles de aspectos”, destacó el guionista Alberto Marini. Por eso, en su opinión, el trabajo más complicado de la mesa de guion fue decidir “qué platos de ese buffet libre querían”. Marini confesó que llegaron a tener hasta quince argumentos y que finalmente, seleccionaron “aquellos que planteaban al público dilemas distintos”.
A través de sus cinco capítulos, la serie transita también por distintos géneros. Rodrigo Sorogoyen, por ejemplo, definió su episodio como un “thriller de despachos”. El de Alberto Rodríguez “tiene algo de western”. Y según Isaki Lacuesta, el suyo “hace un viaje hacia el cine clásico”
Iker Bergara