La película india Pokhar Ke Dunu Paar (On Either Sides Of The Pond) compite en New-Directors, pero el que ha venido a presentarla al Zinemaldia ha sido el actor principal Abhinav Jha. Él representa la ilusión que le ha hecho a todo el equipo que el film haya sido seleccionado para su estreno en el Festival, sobre todo por la oportunidad de mostrarlo en una zona cultural diferente y poder ver cómo lo acoge el público.
En su primer largometraje, el director Parth Saurabh (India, 1993) nos presenta a Sumit y Priyanka, una pareja que se ve obligada a regresar a su ciudad natal debido a las dificultades económicas causadas por el confinamiento. En esta nueva etapa la pareja se enfrenta a desacuerdos y discusiones. Sumit había prometido a Priyanka una buena vida en una casa cómoda, pero, por mucho que avancen los días, Sumit no encuentra trabajo y malviven en un apartamento. Priyanka empieza a planear el romper la relación y abandonar a Sumit para volver a la casa de su padre, pero Sumit, ajeno a ello, se dedica a dejar pasar el tiempo.
El director Saurabh no ha podido venir. ¿Qué se siente al tener la responsabilidad de presentar la película en solitario?
Parth y yo somos amigos desde hace mucho tiempo y es una pena que no haya podido venir, sé que le hacía mucha ilusión. ¡Es su primer largometraje! Sin embargo, este proyecto es un proyecto pequeño, con pocos recursos, y por ello todos asumimos más de un rol. Yo, por ejemplo, también escribí el guion junto con el director. Hemos trabajado en esto desde hace mucho tiempo, creo que lo tengo suficientemente interiorizado para responder a las preguntas del coloquio y atender al público del Zinemaldia.
¡Son amigos! ¿Cómo se conocieron Saurabh y usted? ¿No fue por este proyecto?
Sí y no. Yo trabajaba con el productor de Saurabh en otra película y un día él vino a ver el rodaje. Vio mi trabajo de interpretación en una escena y quedó muy impresionado. Desde ese momento me dijo que quería que alguna vez trabajásemos juntos. Cuando me habló sobre su proyecto de primer largometraje y me dio el guion, no lo dudé. Es un gran guionista, supe al instante que iba a hacer un gran trabajo.
¿No parecía arriesgado trabajar para un director que se estrena en el formato?
Puede parecerlo, sí, pero para un actor es una gran oportunidad. Un director con una gran cantidad de películas en su mochila tiene ya su método muy definido y te suele dar muchas instrucciones, suele haber poco lugar para la improvisación. Sin embargo, Parth me dio mi espacio para interpretar, él me dejaba a mi aire y esperaba a que la magia surgiese frente a la cámara. Esa libertad me permitió meterme en mi papel.
E imagino que meterse en la piel de Sumit, con su carácter tan particular, no habrá sido fácil.
Interpretar a Sumit ha sido todo un reto por dos motivos. Por un lado, en India tenemos una variedad de dialectos impresionante, hay más de cien dialectos. Por eso era muy importante que el dialecto que hablase, mi tono de voz y mi acento reflejasen la clase social y el origen exacto de Sumit. Por otro lado, él tiene un carácter agresivo, patriarcal, pero a la vez es muy cobarde, sobre todo con su pareja. Para interiorizar esa forma de ser me reuní con personas con ese tipo de carácter. Necesité unos quince o veinte días para ello. Ha sido uno de los personajes que más me ha exigido a nivel emocional y físico. Al final, de tanto interiorizarlo, la mayor parte de los diálogos han sido improvisados. Así fluían las discusiones o las escenas de conversación.
Esa es una peculiaridad de la película, las discusiones de la pareja o las conversaciones con amigos. Parecen grabadas en tiempo real.
Sí, las tomas más largas de la película son conversaciones que no estaban guionizadas. Queríamos que fuera así, lo menos artificial posible. De hecho, una escena en la que están Sumit y sus amigos bebiendo, la cámara graba desde lejos, prácticamente en un mismo plano, sin entrometerse, para que el espectador lo pueda ver desde fuera, como si estuviese pasando por allí. Queríamos que fuese real, tal como son esos momentos en India. La conversación fue totalmente improvisada y esa escena dura unos catorce minutos.
Ese trabajo ha podido contribuir a que la película sea un reflejo fiel de una parte de la sociedad de India.
Sí, absolutamente, y la fase de escritura. Cuando escribimos el guion no podíamos ver a dónde íbamos a llegar, pero finalmente el resultado es muy fiel. Lo que se ve en la película representa a una muestra de la población de India y un problema que está muy vigente. Por un lado, es una película sobre las relaciones de pareja, obviamente, y podemos ver cómo funcionan en el país. Por otro lado, el desempleo y el consumo de alcohol entre los hombres, que allí es un problema grave. Es curioso, porque el alcohol está prohibido allí, la gente bebe ilegalmente. Esperamos que el público del Festival se sienta dentro de este contexto cultural y que disfrute de la película.
Iratxe Martínez