"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
Cuando Isabel Coixet leyó el artículo del periódico catalán “Ara” que Albert Llimós y Núria Juanico Llumà escribieron en mayo de 2020, supo que tenía que hacer algo. Se puso en contacto con los autores de la investigación periodística, que le pareció “magistral, poliédrica, y me dejaba entrever unas voces poderosas. Cuando pude hablar con los periodistas y con las mujeres denunciantes por Zoom (aún estábamos confinados), no tuve la menor duda de que lo que decían era verdad”. Las seis mujeres que han acompañado a Coixet en el estreno de esta proyección especial de la Sección Oficial (y fuera de competición) estudiaron en el Aula de Teatre de Lleida cuando eran adolescentes. Ahí daba clases Antonio Gómez, un magnético y popular maestro que traspasó repetidamente todos los límites entre profesor y alumnas (la mayoría, menores). Abusos sexuales que fueron denunciados en 2019, gracias al apoyo que las implicadas recibieron de la asociación leridana Dones A Escena, y que la justicia desestimó porque el delito ya había prescrito. “La película no es un auto de fe. La palabra se la tienes que dar a todo el mundo y hubiera sido interesante que Gómez aceptase participar, pero no hubo manera...”, cuenta Coixet frente a los periodistas en la rueda de prensa. El profesor, que terminó siendo director del Aula, fue despedido cuando saltó la alarma con las protestas públicas de Dones A Escena, e indemnizado con una cifra próxima a los 60.000 euros, como reconoce una profesora del centro en el documental. “La indemnización fue una bofetada en la cara de ellas. Hay toda una trama económica que me intriga”, clama Coixet.
La cineasta catalana creía que la escritura y rodaje del documental sería un proceso relativamente fácil. “Fui ingenua. Cada paso que hemos dado ha costado muchísimo”. Coixet se refiere, sobre todo, a la tarea de conseguir material de archivo: grabaciones de obras, ensayos, viajes de bolos, fotos, mensajes del ya arcaico Messenger, etc. que componen las partes más ricas de un montaje (firmado por Mariona Solé Altimira) que consigue que el espectador no se pierda en una historia compleja, con muchos testimonios, ángulos y saltos temporales. “Los registros de esa época básicamente son de TV3 y de grabaciones domésticas de padres de alumnos. La presencia digital de ellas en el Aula de Teatre, con todas las obras que hicieron, ha sido borrada y no nos dieron nada. Han querido borrar quienes fueron”.
El sostre groc da precisamente voz al grupo de mujeres que se armó de valor para denunciar los abusos que sufrieron y contar quienes eran y quienes son. “Ellas no son un bloque homogéneo. Respetamos la personalidad y vivencias de cada una para que no se vieran como ‘las’ víctimas”. Pero para ellas el protagonista del documental es el profesor denunciado. “Isabel ha sabido poner el foco donde nosotras queríamos, en él, y no en las víctimas, como siempre. Él es quien tiene que sentir vergüenza”, cuenta la actriz Míriam Fuentes. El foco y el tono es lo que Coixet tenía más claro: “No queríamos morbo”. El proyecto fue rechazado por una conocida plataforma y cadena que la cineasta no revela, justamente porque les interesaba que la violencia fuese más gráfica. “Oriol Nolis, director de RTVE Cataluña, entendió el
tono y nos ha apoyado muchísimo”. Tanto RTVE como Televisió de Catalunya van a emitir este documental que quiere llegar a tanta gente como sea posible y exhortar nuestros silencios cuando las víctimas y agresores son conocidos cercanos. Como reconoce la directora de La vida secreta de las palabras, “el silencio me interpela. ¿Cuántas veces habré girado yo la cara?”
Marc Barceló