Esta edición, antes de cada proyección, se emite una pieza audiovisual que recuerda a los espectadores que la Agenda 2030 es una necesidad y una oportunidad y que ahorrar energía es también una necesidad y una oportunidad. Esto se debe al acuerdo de patrocinio alcanzado por el Festival con la Agenda 2030 Euskadi Basque Country del Gobierno Vasco. Sin embargo, el patrocinio entre las dos instituciones va mucho más allá, tal y como cuenta a continuación Jonan Fernández, Secretario general de Transición Social y Agenda 2030
¿Por qué han elegido el Festival como altavoz de la Agenda 2030?
Desde el Gobierno Vasco tenemos la convicción de que la Agenda 2030 y sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible son una herramienta fundamental en este momento para el mundo en su conjunto y para la sociedad vasca. Aún así, percibimos que hay un cierto desconocimiento en la sociedad de lo que la agenda 2030 representa. Por ese motivo, cualquier actividad que nos ayude a hacer pedagogía es valiosa. Por supuesto, el Zinemaldia es una buena ocasión para promover esa pedagogia pero, también, para reflejar internacionalmente el compromiso de Euskadi con el desarrollo sostenible.
¿En qué consiste la colaboración con el Festival?
La iniciativa principal de la colaboración consiste en entregar un premio a la película que mejor refleje los valores de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. La dirección del Festival ha preseleccionado cinco películas (Great Yarmouth-Provisional Figures, En los márgenes, Ruido, Tori et Tokita, Mi vacío y yo) y un jurado compuesto por la directora general de Tabakalera, Edurne Ormazabal, la periodista Rosa Zufía, y el director de Innovación Social del Gobierno Vasco, Asier Aranbarri, determinará el ganador. Creo que, para ser una primera edición del premio, el plantel
de películas que optan al galardón es muy bueno.
¿A quién está dirigida la campaña de Agenda 2030?
La iniciativa del Zinemaldia va dirigida al conjunto de la ciudadanía, ya que en su vida cotidiana puede desarrollar múltiples gestos y compromisos que contribuyan a la sostenibilidad y, en concreto, a ahorrar energía. No obstante, el compromiso de Agenda 2030 es cosa de todos y de todas: de las instituciones en todos los niveles (ayuntamientos, diputaciones, gobiernos…) y del mundo empresarial. En general, de todas las actividades económicas, sociales y culturales. En ese sentido, es de aplaudir el compromiso que el propio Zinemaldia ha adquirido para reducir su huella ecológica.
¿Por qué está siendo reconocido a nivel internacional el trabajo de Euskadi en materia de sostenibilidad?
Desde 2017, el Gobierno Vasco mantiene un compromiso firme por todo lo que tiene que ver con la Agenda 2030. Fruto de ese recorrido, recientemente hemos recibido una grandísima noticia. Naciones Unidas ha decidido que Euskadi sea la sede de una importante institución relacionada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible: el Secretariado de la Coalición Local 2030. Va a ser una institución permanente y global que tratará de impulsar los compromisos que deben asumir los gobiernos subestatales, ya sean municipales, autonómico o regionales. Se da la circunstancia de que el 80% de las competencias afectadas por los Objetivos de Desarrollo Sostenible están precisamente en gobierno locales y regionales. De ahí su importancia.
En un plano más personal, ¿qué opina del Festival de Cine y cómo suele vivirlo?
Yo creo que el Festival es el resultado de un gran trabajo muy bien presentado y muy bien proyectado. Este año, por cuestiones de agenda, no podré escaparme hasta el fin de semana cuando entreguemos el premio. Normalmente al Festival siempre he ido a tiro fijo para ver alguna película que por un motivo u otro me ha parecido interesante. De todas ellas, recuerdo el estreno de La pelota vasca, la piel contra la piedra por el impacto que tuvo y la polémica que suscitó. Todavía guardo en la memoria las palabras de su director, Julio Medem, cuando recibió la ovación del público. Dijo que nunca antes un aplauso había sido tan necesario para él.
IKER BERGARA