"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
Antoinette Boulat está en San Sebastián tras presentar en Venecia su ópera prima Ma nuit. A pesar de ello, Boulat es reconocida en el mundo del cine como directora de casting, labor que ha desempeñado en más de 120 filmes.
Esta es la primera vez que realiza la labor de jurado en un festival. Por eso, acogió la invitación con “sorpresa, ilusión y algo de nervios”. Posteriormente, supo quién le acompañaría en el jurado y eso le dio confianza. “Son personas muy profesionales y con carreras muy potentes”.
Más allá de sus trabajos, la cineasta no conocía personalmente al resto de sus compañeros. Aun así, ha conectado muy bien con ellos. “Nos pasamos el día hablando de cine y eso me encanta”, dice.
Pese a su experiencia como directora de casting, Boulat no va a prestar más atención al trabajo de los actores y actrices. “Creo en las películas como un todo; por eso, a la hora de valorarlas es importante no centrarse en un apartado concreto”. Boulat tenía claro de pequeña que se dedicaría al cine: “Mi padre era reportero gráfico y eso hizo que me interesara por el mundo de la imagen”, cuenta. Lo que no sabía es que se convertiría en directora de casting. “Tuve la suerte de debutar con Jacques Doillon, y eso me abrió las puertas de más proyectos”.
“Mucha gente se piensa que el trabajo de casting consiste simplemente en escoger a los actores y no es así”, señala Boulat. “Tienes que entender bien la película y lo que se quiere transmitir con ella”. Para realizar ese trabajo, la cineasta considera fundamental “saber mucho de cine”.
Boulat acaba de debutar como directora de un largometraje sin siquiera haber realizado un cortometraje. La cineasta pudo suplir su falta de experiencia gracias, en parte, a que a lo largo de su carrera ha podido ver cómo trabajaban diferentes realizadores. “El sonido es quizá la parte que más se me escapaba”, revela.
Boulat está encantada de haber podido presentar la película en Venecia porque “es un festival que me genera muy buen rollo”. Pese a todo, no pudo evitar estar nerviosa antes del estreno. “Por suerte, todo salió bien”.
IKER BERGARA