El Festival de San Sebastián, que el año pasado presentó su diagnóstico ambiental y anunció el refuerzo de las medidas para reducir su huella ecológica, continúa dando pasos para convertirse en una institución y en un evento neutro en carbono. Así, entre las propuestas y medidas a impulsar en 2022 destacan la reducción de los materiales de un solo uso, la compensación de emisiones, la eliminación casi completa de la impresión en papel y la organización de actividades relacionadas con la sostenibilidad.
El informe presentado en el año pasado tomó como referencia el estudio pormenorizado de los datos relativos a la edición de 2019 y concluyó que la huella de carbono del Festival como institución que trabaja durante todo el año es de 1,1 toneladas de CO2 por día, mientras que la del evento de nueve días tiene un impacto de 568,3 toneladas por día.
En 2022, el Festival ha llegado a un acuerdo con CREAST, empresa tecnológica especializada en la consultoría medioambiental en el audiovisual y el entretenimiento, para medir la huella de carbono emitida durante la 70ª edición, y para crear un plan a cinco años que permitan al certamen ser una cita más sostenible y un evento carbono neutral. De este modo, se cumpliría el ciclo completo de sostenibilidad (medición, reducción y compensación de la huella de carbono), aplicado a todas las fases de trabajo en las que interviene el Festival.
Tras el análisis en las principales áreas de emisiones de CO2eq (energía, movilidad, catering, materiales, residuos, alojamientos y agua), CREAST estima que el Festival como evento de nueve días reducirá unas 62 toneladas de CO2Eq mediante las medidas ya implementadas. Una vez finalizado el certamen, se realizará una medición rigurosa y basada en evidencias de la huella de carbono del certamen, para conocer el impacto real que tendrá en el medio ambiente, y así poder llevar a cabo la compensación de dicha huella.
El estudio del pasado año determinó que el principal problema al que se enfrenta un evento como el Festival es la movilidad, que constituye el 75% de las emisiones, derivadas principalmente de los viajes internacionales realizados por las personas acreditadas de todo el mundo. Por ello, se trabaja sobre la base de dos conceptos: la reducción y la compensación.
Por un lado, el Festival ha optado por seguir reduciendo, en la medida de lo posible, el uso de materiales de un solo uso, principalmente papel, así como por recurrir a servicios o contrataciones que hayan podido ser sustituidos por una alternativa digital o de carácter sostenible.
Por otro, y como ya se anunció hace dos meses, el Festival es ya la primera entidad en compensar sus emisiones destinando 25.000 euros a través del Fondo de Carbono Voluntario de Gipuzkoa puesto en marcha por la Fundación Naturklima y el departamento de Medio Ambiente de la Diputación Foral de Gipuzkoa. Con esa aportación se compensa el 53% de las emisiones totales generadas por el Festival, es decir, el 70,21% de las derivadas de la movilidad.
En el capítulo de residuos, el Festival plantea la eliminación casi completa de la impresión de papel: se mantendrá el periódico diario durante el evento, el libro de la retrospectiva y 6.000 ejemplares de la guía Película a película, pero el catálogo dejará de imprimirse físicamente y se distribuirá en versión exclusivamente digital. Además, por segundo año consecutivo la alfombra roja será reciclada y reciclable, y el Kursaal contará con cuatro puntos de reciclaje para quienes trabajan en el equipo del Festival y para las personas acreditadas, al tiempo que un equipo específico supervisará la gestión de los residuos en todas las sedes del certamen.
En lo relativo a la energía, el objetivo es culminar la transición iniciada en 2021 para que la iluminación halógena sea sustituida completamente por tecnología LED en la mayor parte de los montajes propios que el Festival realiza en exteriores (el año pasado se alcanzó el 80% y este año se llegará al 90%), mientras que en el ámbito de las contrataciones se procurará ir incrementando los catering de kilómetro 0 gracias al apoyo del Gobierno Vasco.
Asimismo, dentro de los compromisos adquiridos por el Festival, la sección Nest albergará una clase magistral para analizar un caso práctico de producción sostenible a partir de la experiencia de Alcarràs (2022), película de Carla Simón premiada con el Oso de Oro en la Berlinale y programada en la sección Made in Spain. La clase será impartida por Ariadna Dot, productora del filme en Lastor Media, y por Giovanni Pompilli, responsable de Torino Green Lab.
Por segundo año consecutivo el Festival continúa colaborando con Alba Emission Free Energy, filial de Petronor que aglutina todas las actividades de transición energética y descarbonización, para impulsar el proyecto Green Challenge, orientado a adoptar medidas que ayuden a paliar el cambio climático.
Finalmente, este año por primera vez el Festival y la Secretaría General de Transición Social y Agenda 2030 del Gobierno Vasco entregarán un nuevo galardón al filme que mejor refleje los valores de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), mientras que Greenpeace seguirá concediendo el Premio Lurra a la película del Festival que mejor refleje los valores de la defensa de la paz y el medio ambiente.