La XXI edición de Nest, la competición internacional de cortometrajes de estudiantes de cine del Festival de San Sebastián, ha seleccionado trece películas, formal y temáticamente muy diversas, de entre las 350 presentadas por 160 escuelas de 44 países. Los trabajos elegidos proceden de Alemania, Brasil, China, Colombia, España, Estados Unidos, Francia, Japón, República Dominicana, Sudáfrica y Suiza.
Organizada por el Festival de San Sebastián y el Centro Internacional de Cultura Contemporánea Tabakalera, la sección Nest da a conocer los trabajos del alumnado de escuelas de cine de todo el mundo, las y los cineastas del presente y del futuro. Además de un lugar para mostrar y prescribir cortometrajes, Nest tiene la vocación de constituirse en lugar de encuentro entre estudiantes, cineastas, profesionales de la industria y público: un espacio que el Festival habilita para la conversación sobre cine y para propiciar el cruce entre la formación y el mundo profesional.
Los trece cortos elegidos se proyectarán en la sala de cine de Tabakalera del lunes 19 al viernes 23 de septiembre en un programa plagado de actividades; este año Nest recobrará su formato habitual, el que tenía antes de la pandemia, con clases magistrales y eventos sociales, lo que implica que se celebrará de nuevo la reunión de más de 60 estudiantes de escuelas de cine en San Sebastián.
Por cuarto año consecutivo, Nest incluirá un cortometraje presentado por Elías Querejeta Zine Eskola (EQZE), la escuela promovida por la Diputación Foral de Gipuzkoa y participada por el Festival, Tabakalera y Filmoteca Vasca. Su título es Noizko basoa y está dirigido por Mikele Landa Egiguren. Además, ha sido seleccionado el corto de una directora de la Facultad de Ciencias Sociales y de la Comunicación de la UPV/EHU: Erro bi, de Nagore Muriel Letamendia. Será la primera vez en los 21 años de historia de la sección que cortometrajes en euskera compitan en Nest.
De entre todos los trabajos escogidos, un jurado, compuesto por una reconocida personalidad del ámbito cinematográfico y estudiantes de las escuelas seleccionadas otorgará el Premio Nest, dotado con 10.000 euros para la directora o el director del corto ganador.
Nest, una de las secciones más importantes del Festival de San Sebastián dentro de su estrategia de impulso de nuevos talentos, celebró el pasado año su vigésimo aniversario. Desde su creación en 2002, ha acogido a más de 1.000 jóvenes cineastas, un centenar de clases magistrales y conversaciones con profesionales de la industria (Céline Sciamma, Albertina Carri, Alexander Payne, Bertrand Bonello…) y más de 350 cortometrajes seleccionados. Considerado como el lugar donde empieza todo, Nest ha mostrado los trabajos de cineastas como Jerónimo Quevedo, Kiro Russo, Oren Gerner, Isabel Lamberti, Léa Mysius, Laura Wandel o Grigory Kolomytsev, que después han estrenado sus siguientes obras tanto en el Festival de San Sebastián como en otros certámenes del circuito internacional.
Mientras se celebre el encuentro de estudiantes se proyectarán en el Estudio de Medialab de Tabakalera todos los cortometrajes premiados hasta la fecha.
¡Younus no se rinde! La fascinación por la extraña pero familiar figura paterna se mezcla con un creciente anhelo de verdadera intimidad. Younus está jugando a un juego peligroso, poniendo a prueba límites y expandiéndolos cautelosamente. Cuando la tensión finalmente se libera, se cuestiona los cimientos más profundos de esta frágil relación.
Ginebra, de noche. Los guardias patrullan la ciudad y los soldados se ejercitan. Sony es guardia de seguridad, Ana es recepcionista de un banco. A su alrededor, la ciudad se hunde en la melancolía cuando dos estrellas se encuentran.
Los habitantes de un pueblo de Córcega fueron testigos de un incendio gigantesco. Un recuerdo lleva a la directora a interesarse por este acontecimiento que cambió el rumbo de sus vidas y dejó sus huellas.
En una ciudad que está siendo demolida, un joven llamado Feng Hao trata de encontrar a Jian, que le debe dinero, con el fin de pagar el aborto de su novia.
Ha pasado un año desde la muerte del padre de Ainhoa. Desde entonces madre e hija viven en el caserío donde vivían con su padre. Ainhoa querrá abandonar el lugar, ya que el espacio le recuerda a su padre. La madre, sin embargo, querrá mantener a su hija con ella. Con la excusa de la muerte de una vaca del caserío, la madre tratará de evitar que Ainhoa se vaya a la ciudad.
Gente de ciudad que parte hacia una cálida noche a finales del verano. Miradas que se encuentran en una biblioteca. Dos hombres que discuten, mientras entrenan, acerca de dónde puede comprarse amor. Una pareja que se funde en un beso íntimo. Ella lo muerde a él. Tan pronto como él ha comprado una pareja, recibe una mejor oferta. Surgen dudas.
El hijo de un plañidero profesional toma el relevo de su padre. Confundido, no desea llorar más, a pesar de que no sabe hacer otra cosa. Pronto se embarcará en una travesía por el vasto paisaje montañoso de Kwa-Zulu Natal mientras trata de hallar un lugar al que pertenecer.
Por la noche y en la oscuridad del día, un explorador con prismáticos y un cuaderno atraviesa la jungla de Borneo en busca de orangutanes. Los observa, los estudia y los dibuja.
Después de filmar la exhumación de su padre, Juan encuentra unos videos grabados por este de los recorridos que solía hacer cuando trabajaba como maestro y sindicalista. Juan recorre su pueblo natal siguiendo estas imágenes en busca de las reminiscencias de su padre asesinado durante una de las épocas de violencia en Colombia.
Un bosque vuelve a empezar. Un pueblo recuerda el paisaje que nunca llegó a ver. Manos, azadas y botas que agitan la tierra seca para sacar a la superficie los árboles que alguna vez habitaron Ulla. Aquí nace el río constantemente y murmura una lengua ya olvidada. ¿Quién habitará este bosque cuando llegue a ser? ¿Puede un bosque ser plantado? ¿Alguien lo nombrará? ¿Dónde empieza un pueblo?
Recopilación de documentos, imágenes y sonidos de diferentes archivos para conectar el ayer con el presente en una lucha por la tierra y el agua en el valle de Guapiaçu, Brasil.
Dolores, una mujer fuerte y aislada, relegada al cuidado de su madre demente y enferma, se ve súbitamente arrancada de su vida habitual cuando un perro herido cae del cielo sobre la azotea de su casa. A través de esta nueva amistad, Dolores encuentra una salida a su monotonía y abraza su lado salvaje.
Una joven pierde a su madre. La vida continúa a pesar de la enorme pérdida. La joven se distrae del dolor y vuela a la luna. Una sorpresa le espera al regresar a casa.