"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
Natalia López Gallardo, directora de Manto de gemas, tenía claro sobre qué no quería hacer una película, “ni sobre el narco, ni sobre los desaparecidos, ni sobre la violencia en si que hay en México”. Todo ello es parte de la realidad que conforma la pieza, pero su aproximación es mucho más personal: “Durante las entrevistas que realizamos para investigar, las mujeres con hijos desaparecidos fueron las personas que más me tocaron de una manera profunda. Me sentí muy desvalida, porque sentí que su dolor era demasiado grande y que yo iba a ser incapaz de transmitir lo que vi. Pero después, me di cuenta, de que todos los mexicanos tenemos una herida. Así empecé a sentirme parte y a ver mi herida, me di cuenta de que era una herida espiritual de alguna manera. Llevamos mucho tiempo sin podernos responder por qué en un país con esa nobleza tan natural nos estamos matando.Entonces supe que tenía entre las manos un tema muy abstracto”. Así comenzó a construir la película que partía de una intuición y una búsqueda de una forma particular.
La realizadora mexicana trata por igual cada elemento que compone cualquier pieza audiovisual y el que es su primer largometraje es un claro ejemplo de ello: “Creo que todos son igual de importantes, hay momentos donde uno sobresale y los otros se esconden. Visualicé la película, la cronometré, escogí los lugares, los colores. Pero cuando estás allí, realmente te das cuenta de que estás buscando algo que no sabes qué es. Aunque todo esté completamente diseñado, aprendí que filmar requiere de mucha quietud interior.”
Cualquier persona que se adentre en la película, durante los primeros minutos sentirá extrañeza, en un primer vistazo parece que los ojos y los oídos no siguen la misma lógica, que López Gallardo se los ha cambiado de lugar. Sin embargo, cuando uno entra al interior empieza a entender que “la realidad tiene mucho de eso, no siempre oímos lo que vemos. En general la mente está despierta todo el tiempo, pero estamos escuchando otra cosa. Vemos con una graduación limitada, pero oímos en todas las direcciones. Las experiencias son complejas, no son simples si realmente las observamos. El sonido fue el compañero más importante de la forma. Lo misterioso no se puede coger, se tiene que evocar. La realidad misma, si pensamos, es así. Cuando nos pasan cosas en la vida, nada tiene un significado claro, todo responde a una aleatoriedad que no sabemos bien qué es”.
Nailea Norvid, la actriz que da vida a una de las tres mujeres que están en el centro de la película también ha venido a Donostia para presentar Manto de gemas. La actriz coincide en que asir el universo de la película y por tanto el de su personaje a sido todo un reto, pero considera que el “tacto” y buen hacer de Natalia López Gallardo ha sido imprescindible para llegar a interpretar su papel: “Se trata justamente de empatarme a ese misterio que solo Natalia conocía del todo, solo ella sabía cuál era el sentir que quería reproducir. Natalia intuyó que yo no soy una actriz que viene con barreras. No le temo a arrojarme, a explorar y a que me utilicen. Al revés, es un halago que me use como una herramienta dentro de su proceso y que haga lo que sea de mí, con tal de obtener un resultado que yo no sé cual será”.
La directora compartió ayer muchas de estas reflexiones y su manera de pensar el cine con los estudiantes y jovenes cineastas que acudieron a la clase magistral programada dentro de la sección Nest.
Mikele Landa Eiguren