"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
El director Takeshi Kogahara (Japón, 1982) compite en New-Directors con su ópera prima Nagisa. Ganar supondría una oportunidad enorme para él, pero el cineasta japonés ya se siente ganador tan solo con poder degustar la gastronomía vasca y ver otras películas del Festival. Lo que, por supuesto, ha hecho desde su llegada a San Sebastián.
Sin embargo, detrás de esas ganas por disfrutar del Zinemaldia como un espectador más, se ve la pasión por realizar películas y los nervios por presentarla ante el público. “Esta historia me lleva acompañando muchos años, desde antes de empezar a dirigir mis propios cortos. Tenía pensado el guion y cada uno de mis trabajos anteriores ha sido una prueba o ensayo para estar preparado para llevarlo a cabo”.
Nagisa toca temas profundos, como la muerte de un ser querido y el hueco que deja en nosotros. Al preguntarle sobre ello, el director confiesa que su objetivo era enfocarse en las personas que se van y las personas que se quedan en este mundo y cómo se supera esta pérdida. Es un tema que ya se ve reflejado en sus cortos, aunque esta vez ha querido representarlo en la relación entre un hermano y una hermana. Es el hermano el que ha perdido a su hermana y en el film vemos cómo arrastra una culpa inmensa por su muerte. Sin ella, nada tiene sentido para él y los días se suceden sin que pueda apenas hacer nada más que comer y dormir. Por mucho que sus compañeros de estudios intentan animarlo, no hay reacción alguna en él. Un día, en un viaje en coche, pasan por un túnel en el que tiene un encuentro paranormal con su hermana. Es entonces cuando comienza a frecuentar ese túnel para poder ver a su fantasma y recordar su pasado juntos.
Este pasado nos llega también a través de la gran pantalla. Las imágenes de pasado y presente se van alternando para mostrar el vínculo entre ambos y por qué sucedió el fatal desenlace. Solo así podremos, como espectadores, comprender la carga que arrastra el protagonista.
Yuzu Aoki es el actor encargado de dar vida al protagonista de Nagisa. Su interpretación ha supuesto un desafío por el cambio drástico del pasado al presente, donde su carácter sufre una transición motivada por el estrés postraumático que sufre. “La muerte de su hermana y, sobre todo, el sentirse responsable de ella le ha creado un estado de disociación. Él está presente en el comedor, en clase, pero realmente no está ahí”.
Otro de los grandes protagonistas del film es el túnel donde ocurre ese encuentro paranormal, que, hasta ahora, era un túnel de Japón poco conocido. Ahora queda ver si el éxito de la película hace que ese túnel sea un nuevo lugar de peregrinaje para todos los interesados en los encuentros sobrenaturales. El director se ríe cuando se le plantea esta opción. “Lo que más me interesa es que los espectadores se lleven algo con ellos cuando se enciendan las luces. Bueno o malo, pero que se les quede algo dentro y esa noche, cuando regresen a casa, piensen en la película”.
Iratxe Martínez