"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
Tea Lindeberg (Copenaghe, 1977) ganó la Concha de Plata a mejor dirección el año pasado con Du som er i Hilmen / As In Heaven. Este año cierra el círculo que empezó con el estreno y éxito de su ópera prima como miembro del Jurado Oficial.
¿Cómo va la experiencia de estar en el otro lado?
Es muy interesante… y ¡difícil! Ya había sido jurado en algún festival, pero aquí es magnífico por la calidad de las películas… tan diferentes e interesantes. Es un gran trabajo ponerlas en relación.
¿Y cuál es su día a día aquí?
Vemos tres películas cada día: a las 12.00, que es un pase privado para nosotros, y a las 16.00 y a las 19.00, en el Kursaal. Es fantástico verlas con el público y sentir la vibración de la sala, pero realmente no hay una forma de verlas mejor que la otra. Una gran película es siempre una gran película.
Vaya ritmo… Poco tiempo para reflexionar, imagino.
Para mí no es difícil salir con una opinión. Es evidente que hay pensamientos que aparecen después de un rato de ver la película, pero realmente estoy segura de lo que siento sobre ella enseguida. Tomo mis notas privadas y al salir no podemos hablar mucho entre los miembros, porque estamos entre el público, pero algo nos susurramos…(risas). Es un gran jurado, nos lo pasamos muy bien.
El viernes tendrán cinco horas para deliberar.
Todos somos muy distintos, pero creo que coincidimos en que la calidad es la calidad. Yo creo que nos pondremos de acuerdo.
¿Qué es para usted, la calidad?
Que haya una voz personal, que el cineasta esté dispuesto a tirarse por el acantilado. A veces el experimento no funciona pero… Valoro el riesgo cada día.
¿Ha encontrado temas o motivos que atraviesen las películas?
Pues sí: la muerte, pianos y encuadres de puertas.
Entre las seleccionadas hay algunas que llegan con fuertes polémicas…
Es difícil… y siento que haya pasado. Lo único que puedo decir es que nosotros, el Jurado, somos conscientes de la problemática y nos la tomamos en serio.
Desde que ganó la Concha el año pasado su película ha estado en muchos festivales, ahora es jurado... ¿Cómo un director encuentra tiempo para trabajar en su siguiente proyecto?
En febrero tomé la decisión de dejar de viajar a festivales, porque te puedes perder. De repente te puedes dar cuenta de que han pasado dos años mientras tú has estado viajando y celebrando tu película. Para mí la película está hecha y ya no es mía, sino del público. Ahora estoy trabajando en mi próximo largometraje del que ya tengo una primera versión del guion.
En Dinamarca tienen una potente y loable tradición cinematográfica.
El cine de tu país se te queda en la espina dorsal. No es algo sobre lo que reflexione conscientemente, pero ese fue mi cine de la infancia, el cine nacional danés. Carl Theodor Dreyer y Lars von Trier son los cineastas que más adoro y con los que más me identifico.