"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
VINIERON DE DENTRO DE… (1975)
Parásitos. Escalofríos. El primer Cronenberg, y tan rotundo. Adaptó años después al J. G. Ballard de “Crash”, pero en este film ya estaba en sintonía con el autor de “Rascacielos”, novela publicada el mismo año en el que Cronenberg explicaba esta historia ambientada en un complejo residencial por el que se extiende un virus propagado por una especie de babosa creada genéticamente. Ballard no vio el film y Cronenberg no leyó la novela, ¡pero son tan parecidas en espíritu y forma! Armoniosa coincidencia.
CROMOSOMA 3 (1979)
Una de las películas más lúcidas, originales y contundentes jamás rodadas sobre el trauma. En ella, David Cronenberg propone uno de los muchos inventos retorcidos que cruzan su filmografía: la “psicoplasmosis”, un inductor de lo psicosomático, un experimento destinado a convertir las ansiedades de los seres humanos en mutaciones fisiológicas. Esa idea de científico loco impulsa una película de terror imponente, llena de imágenes de impacto, que también habla de la maternidad y del miedo a lo femenino.
SCANNERS (1981)
Muchos descubrimos a Cronenberg con este film hasta cierto punto atípico, ya que no trata, como los anteriores (Shivers, Rabia, Cromosoma 3), sobre las virulencias de la carne, sino que se instala en la mente, en concreto en dos centenares de personas que tienen unos poderes especiales, tan o más contundentes que los del protagonista de La zona muerta. El director dinamitó ciertas convenciones del fantástico de la época a partir de una trama conspiranoica y los famosos planos de cabezas explotando.
LA ZONA MUERTA (1983)
Entre finales de los 70 y la primera mitad de los 80, el grueso de cineastas del fantástico adaptó a Stephen King. Lo hicieron Carpenter, Hooper, De Palma, Teague, Romero, incluso Kubrick. Cronenberg no podía ser menos y acometió una novela sumamente compleja del escritor en la que se mezclan ingredientes bien propios del director: poderes extrasensoriales, visiones del futuro, complots políticos, asesinos en serie, ciencia ficción perturbadora… Su primer film de producción enteramente estadounidense
VIDEODROME (1983)
No hay film del director que no refleje su mundo, su visión de los organismos, las mutaciones, la ciencia, pero quizá sea este el más definitorio en los tiempos en que exploraba como nadie los límites de la Nueva Carne, las distopias sociales, el control sobre el cuerpo y, derivado de este, el control sobre la sociedad. Pareja protagonista de lo más pop (James Woods y Deborah Harry, la cantante del grupo Blondie) e imborrable imagen de Woods extrayendo de su estómago una pistola conectada a su carne.