"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
Tenía apenas 16 años cuando empecé a ir al Cineclub Kresala. Lo hacía usando un pase “personal e intransferible” de un amigo que trabajaba en la Caja de Ahorros Municipal (hoy Kutxabank). Mi situación económica no me permitía poder comprar entradas para el cine con toda la asiduidad que a mí me hubiera gustado, así que me colaba en las sesiones de este maravilloso cineclub, que suponía para mí entonces una puerta abierta a la fantasía y a los nuevos mundos que aquellas películas que programaban me permitían conocer.
Nunca olvidaré aquellos catálogos modestos, hechos a base a fotocopias de revistas donde aparecían las críticas de las películas que veíamos. Justicia poética, años después me convertí en muy amigo de ese cinéfilo loco, generoso y maravillosa persona que es Luis Bergua. Nuestra historia tiene cierta gracia porque Luis odiaba mucho a aquellos que se le colaban en las sesiones... Cuando se lo conté, años después, nos reímos mucho juntos. Bueno, sobre todo me reí yo…
Kresala no solo me permitió acceder a una serie de títulos relevantes de la historia del cine que no hubiera podido ver de otra manera, sino que también me permitió conocer a gente a la que aprecié y aprecio mucho personalmente. Junto a Luis Bergua, no puedo dejar de nombrar a Juan Berasategui y Fernando Mikelajauregui, otros dos donostiarras amantes del cine con los que siempre es un placer intercambiar opiniones a la salida de una proyección.
San Sebastián es una ciudad de cine. Hace tiempo que también se considera una ciudad de gastronomía y, afortunadamente, poco a poco vamos descubriendo más aspectos de nuestra pluralidad y podemos afirmar también que somos una ciudad de ciencia. Esta ciudad de cine no ha surgido de la nada. Para que se haya dado, han sido necesarias una serie de características que, por separado, probablemente no hubieran llegado muy lejos, pero que juntas nos han convertido en un ejemplo de ciudad cultural. No sólo por las actividades cinematográficas, sino también por las actividades teatrales, musicales o de danza, entre otras.
En el caso del cine, se han juntado varios factores: un Festival de cine que este año cumple 70 años; una empresa privada (la SADE) que ha mantenido una programación de un interés muy superior al normal para una ciudad tan pequeña como la nuestra; una política pública de apoyo a la cultura y al cine representada por el trabajo de Donostia Kultura; y, por último, Kresala, un cineclub que este año celebra su 50 aniversario.
No podría entender mi vida cultural y la ciudad de San Sebastián sin este pequeño espacio de resistencia, sin este lugar de libertad y debate, que sigue alimentando las ilusiones de muchos cinéfilos donostiarras.
José Luis Rebordinos, Director del SSIFF.