Existe la creencia generalizada de que Perlak es una sección que funciona como escaparate donde se exhibe una selección de los mejores títulos programados al cabo del año en otros festivales internacionales. Y con ser esto cierto (al menos lo era en origen, cuando la sección comenzó a tener una autonomía respecto a Zabaltegi), Perlak no funciona únicamente como selección gourmet donde poder degustar lo más selecto de la cosecha festivalera sino que, al mismo tiempo, pretende ser un espacio de reencuentro. A lo largo de los últimos años, el Zinemaldia ha sido trampolín para muchos cineastas que, después de presentar aquí sus primeras obras, se han visto beneficiados de un recorrido internacional importante. Esa es la razón por la que muchos de ellos regresan al Festival con la idea de confrontar sus últimas películas con la audiencia donostiarra, un gesto que, como nos reconocía el año pasado Ryûsuke Hamaguchi, tiene mucho de agradecimiento hacia el propio certamen. Hamaguchi, que en 2008 presentó su ópera prima en New Directors y que en 2022 vino a Perlak con Drive my car (film que, a la postre, le valdría el Oscar a la mejor película extranjera), constituye un buen ejemplo de ese “regreso al hogar” que promueve la presente sección.
En esta 70 edición del Zinemaldia, Perlak estará llena de rostros conocidos. El cine español ocupará un espacio destacado (prueba del extraordinario momento que viven nuestros cineastas, cuyas obras son reclamadas por los festivales más prestigiosos). El dos veces ganador de la Concha de Oro Isaki Lacuesta presentará Un año, una noche, film que causó una espléndida sensación en Berlín y que aborda las secuelas del ataque islamista en la sala Bataclan de París. Por su parte, Rodrigo Sorogoyen, que estuvo en Sección Oficial con Que Dios nos perdone y El reino, traerá a Perlak su esperada As Bestas, largometraje que estuvo presente en Cannes. Por su parte Juan Diego Botto debuta como director con En los márgenes, un drama sobre los desahucios producido y protagonizado por Penélope Cruz que suscitó el aplauso de la crítica hace apenas unos días en el Festival de Venecia. Desde el festival italiano nos llega también Don’t worry Darling de Olivia Wilde, otra actriz metida a directora, y Bardo (o falsa crónica de unas cuantas verdades), el film más personal de Alejandro González Iñárritu y su regreso al cine mexicano tras Amores perros, aquella ópera prima que deslumbró cuando se presentó en Perlak hace dos décadas.
Pero si hay dos nombres propios que se pasearán por Donostia con la certeza de que el Zinemaldia representa su hogar, esos son François Ozon e Hirokazu-Kore-Eda, dos cineastas cuya presencia en el Festival es tan habitual que uno pierde la cuenta de las veces que han estado por aquí, ya sea compitiendo en Sección Oficial o, como en esta ocasión, presentando en Perlak sus últimas realizaciones. Ozon será, de hecho, el encargado de inaugurar la sección con Peter Von Kant, su personal homenaje a Fassbinder. En el caso de Kore-Eda, el cineasta nipón vuelve a trabajar fuera de su país en Broker. Si en su primera experiencia fuera de Japón acudió a Francia para dirigir a dos divas como Catherine Deneuve y Juliette Binoche en La verdad, su nueva película le ha llevado hasta Corea del Sur, donde ha dirigido a un reparto de ilustres intérpretes de aquel país (entre ellos el veterano Song Kang Ho, mejor actor en Cannes por su personaje en esta película) en una historia sobre la orfandad, los afectos y las relaciones familiares. En el Palmarés de Cannes también encontró acomodo Tori et Lokita, la última película de los Dardenne, que acudirán a Perlak a presentarla, así como Corsage, una aproximación a la figura de Elisabeth de Austria en una clave muy distinta a la que nos ofrecía Sissí Emperatriz, la película que fijó en el imaginario colectivo las andanzas de dicho personaje. Vicky Krieps, protagonista de Corsage, que vendrá a Donostia para presentar el film, se hizo acreedora del premio a la mejor actriz de la sección Un Certain Regard. Pero si hemos de hablar de Cannes, tenemos que hablar, claro está, de la controvertida Palma de Oro de este año, Triangle of Sadness, de Ruben Östlund, con la que el director sueco venció por segunda vez en el certamen francés, un film que también forma parte de la sección de Perlak este año.
Entre los viejos conocidos del Festival que este año regresan al Zinemaldia están también Louis Garrel, ganador el pasado año del premio Lurra, que en esta ocasión acude a Perlak como director y protagonista de L’innocent, o Santiago Mitre, que triunfó en Horizontes Latinos hace unos años con Paulina y que, en esta ocasión, nos trae Argentina, 1985, un sólido drama judicial sobre el proceso que puso fin a la dictadura militar. También Mia Hansen-Love (directora de la hermosísima Un beau matin) y Cristian Mungiu (autor de la demoledora R.M.N) repiten presencia en el Festival tras haber presentado en él alguno de sus anteriores largometrajes.
Y de postre, música. Tras el buen sabor de boca que dejaron el año pasado Todd Haynes y su documental The Velvet Underground, este año el broche final a Perlak también correrá a cuenta de un documental musical, Moonage Daydream, que nos acerca
Jaime Iglesias