"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
A pesar del golpe de Estado del general Park Chung-hee en 1961, Corea del Sur vivió su época dorada cinematográfica a lo largo de la década de los sesenta. El realizador Kim Soo-yong, con más de un centenar de obras en su filmografía, se caracterizó por las adaptaciones literarias, como es el caso de Mist (1967). Un melodrama protagonizado por dos de las estrellas del momento: Shin Sung-il (que da vida a Gi-jun, un joven que ha escapado de la pobreza gracias a un matrimonio de conveniencia en Seúl) y Yun Jeong-hie (una profesora de música que se encuentra con el joven cuando regresa a su pueblo natal). Una pareja cinematográfica que rodaría más de una cincuentena de películas y que sumerge al espectador en uno de los melodramas de mayor éxito de la época.
El joven Gi-jun nada en la abundancia en Seúl. Pero el hastío le hace buscar una excusa para ausentarse de sus obligaciones en la empresa en la que trabaja. Visitar la tumba de su madre en su olvidada aldea será el pretexto para iniciar un viaje hacia el pasado en el que se reconocerá en cada uno de los callejones por los que pasea. En el pueblo, sumido en la niebla, encontrará a In-suk, una profesora de música que malvive dando clases, esperando una oportunidad para salir de allí. Ambos son las dos caras de la misma moneda. Dos almas paralelas a las que la vida no ha dado ninguna oportunidad.
En Mist, no sólo destaca el drama pasional que vivirán Gi-jun e In-suk. La maestría de Kim Sooyong se refleja en cómo emplea el lenguaje cinematográfico al servicio de la historia. El uso del flashback actuará a modo de puerta de entrada al pasado. A unos recuerdos que se fundirán con la realidad hasta confundirse. Además, el film destaca por la crítica social en forma de planos demoledores, como la imagen de una prostituta muerta en la noche y recogida con total normalidad por un policía, o la diferencia de clases, impronta que marca a los dos personajes principales,que nacieron en la pobreza. La niebla y la música también son dos elementos claves para entender la red de emociones que se tejen en Mist, cuyos protagonistas son sinónimos del aislamiento en el que vive una sociedad que es pobre y que no tiene más remedio que esconderse, agazaparse y esperar su momento para escapar. La meta es Seúl, la gran ciudad, donde tendrás que vender tu alma si quieres sobrevivir.
Dos anécdotas para el espectador antes de ver la película. La primera viene de la mano de Park Chan-wook, que dijo refiriéndose al actor Shin Sung-il: ‘Si Japón tiene a Toshiro Mifune; Italia disfruta del espléndido Marcello Mastroianni, y Gregory Peck es el eterno galán estadounidense, Corea tiene a Shin Seong-il. Es imposible conocer la cinematografía coreana sin pasar por él’. Y la segunda, referida a la actriz Yun Jeong-hie que, a pesar de rodar más de 200 películas entre los años 60 y 70, fue rescatada para la gran pantalla por Lee Changdong en 2010 y la actriz ofreció una de las interpretaciones de su vida: la abuela Mi-ja en la extraordinaria Poesía.
Enrique Garcelán (CineAsia)