Susi Sánchez es una actriz con una larga trayectoria profesional, tanto en cine como en teatro y televisión, que ha adquirido en su madurez el rango de actriz de carácter. Sin embargo, en las distancias cortas es cercana, un encanto.

Susi había estado una sola vez en el Festival de San Sebastián, “hará unos tres años cuando se presentó La enfermedad del domingo fuera de concurso, como película invitada, y vinimos Bárbara Lennie y yo. Estuvimos aquí un par de días disfrutando del Festival.

En esta ocasión, la actriz valenciana acude en calidad de jurado: “Al principio, cuando me llamaron me puse muy contenta, luego me empezó a entrar el susto. A ver si soy capaz de dar la talla, pensé. Y la verdad es que estoy aprendiendo mucho. Hay mucha armonía entre el jurado, cada uno somos muy distintos pero, sin embargo, hay mucha empatía entre todos, y muchas ganas de encontrar puntos comunes. Y al tratarse de cine, conversaciones sobre algo creativo, pues todos sacamos la parte más conectada de nosotros mismos. Cuando estás valorando cine, algo artístico, pones todo tu ser en el empeño, estas implicándote de una manera muy esencial”.

Ante la novedad de esta edición de otorgar una sola Concha de Plata a la mejor interpretación protagonista, sin distinguir entre géneros, la actriz manifiesta cierto recelo: “Que solo haya un único premio de interpretación me parece que es algo prematuro, porque todavía no estamos a ese nivel. Sobre todo, porque un personaje de hombre no lo puede hacer una mujer. No obstante, el reglamento del Festival nos da la opción de conceder premios ex aequo... Son varios los premios que hay que otorgar y estamos debatiendo todos los premios entre todos. Lo que estamos buscando es lo mejor de cada película”, añade.

La actriz no siente especial presión por su labor: “No siento que esté juzgando el trabajo de mis colegas, siento que estoy valorando el trabajo de mis colegas. Es diferente, ¿sabes?, aunque se llame jurado, no siento como una jueza. Lo importante es valorar la riqueza que ofrece una película, lo interesante, lo novedoso; estamos más en eso, más que en juzgar. La palabra juicio no me encaja con la labor que estamos haciendo”.

“Me gusta el cine que me emociona, que me transforma un poco, que me hace salir del cine de una forma distinta a la que entré. Disfruto con las sensaciones que se van destilando en tu interior a lo largo de las horas después de haber visto una película. Ese es el cine que me gusta”, añade.

Susi nos habla también sobre el teatro, su gran amor: “El teatro es mi cuna, el lugar donde me reciclo. Es donde yo me he formado, mi hogar y mi reposo. El teatro es un lugar donde puedo experimentar. Aunque últimamente en el cine he encontrado unas herramientas muy interesantes, porque en el cine no es tan necesaria la palabra como en el teatro. En el cine, me estoy dando cuenta, de que se cuenta a veces mucho más con lo que no se cuenta, con lo que no dices”.

Sergio Basurko