"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
Ayer por la tarde el Festival acogió el estreno de la película argentina Camila saldrá esta noche que compite en Sección Oficial. A su presentación acudieron la directora Inés Barrionuevo, dos de las interpretes protagonistas, Nina Dziembrowski y Maite Valero, y los productores Sebastián Aloi, Martín Bullrich y Luis Fernando Bustamante.
Para su realización, Barrionuevo reconoció haberse inspirado en los movimientos juveniles argentinos y, sobre todo, “en las mujeres tan jóvenes que en los últimos tiempos han protagonizado en su país las marchas de la marea verde”.
Pese a ello, la realizadora quiso dejar claro que ella “no es una documentalista”, y que su objetivo no era “retratar fielmente la realidad, sino construir una invención a través de retazos de su pasado y de cosas
que iba observando”.
Quizá por eso, el film de Barrionuevo describe la violencia que sufren las mujeres en el día a día, pero sin mostrar los casos más extremos. La cineasta aseguró “estar un poco cansada de que las películas solo traten el tema de los abusos desde la perspectiva de una violación”. En su opinión, “todas las mujeres han sido abusadas en mayor o menor medida a lo largo de su vida y la película quería hacer hincapié en ese hecho”.
Para llevar el film a ese terreno, Barrionuevo admitió haber variado mucho el primer guion que le pasaron. “Al principio era una historia de adolescentes que trataba acerca del bullyng, pero su mirada no me interesaba, así que propuse una versión más mía y personal que trabajamos con Ándres Aloi”, reveló la realizadora.
Las dos jóvenes protagonistas, Nina Dziembrowski y Maite Valero, aseguraron en la rueda de prensa sentirse identificadas con sus respectivos personajes. “Como Camila, creo que todos los jóvenes tenemos nuestras contradicciones”, dijo Dziembrowski. “Sobre todo me identificó con las escenas que Camila tiene con su madre. Yo también soy de una manera con mis amigos y de otra forma con mi madre”, explicó.
Maite Valero, por su parte, aseguró que entendía perfectamente la dualidad de su personaje porque ella también había estudiado en un colegio más tradicional y, poco a poco, fue “abriendo su mente y conociendo cosas nuevas”. Además, quiso añadir que “durante el rodaje todos los actores jóvenes sentimos que éramos escuchados por parte del resto del equipo, que podíamos dar nuestro punto de vista sobre las escenas, y eso era muy agradable”.
Según la directora, ese es precisamente una de las características más destacadas del film, que “muestra la voz de los jóvenes y deja a un lado la opinión de los adultos”. Así, en el film, todos los personajes adultos mantienen una posición de neutralidad ante las distintas situaciones. No obstante, la joven Dziembrowski quiso recalcar que “no posicionarse, en el fondo, es posicionarse”.
Consultada sobre la controversia que la película pueda generar en un determinado tipo de público en Argentina, la cineasta no mostró ningún tipo de preocupación. “Fundamentalmente porque pienso que vivo en una baldosa donde no hay odio ni homofobia, y lo que piense ese otro público realmente no me importa”, concluyó Barrionuevo.
Iker Bergara