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El término conquistador nos puede llevar a pensar en Magallanes o Elcano surcando el Atlántico o, en el caso de Andreas Fontana, en banqueros suizos a la caza de Argentina en plena dictadura: “La idea de que un banquero privado puede ser visto como un pionero, un colono que pretende conquistar un mundo desconocido, me parecía muy interesante. Era como hacer una película sobre conquistadores”,
comenta el director de Azor. En el film, su protagonista, Yvan De Wiel, viaja a Argentina en plena dictadura para sustituir a su asociado, que ha desaparecido de la noche a la mañana sin dejar rastro. Durante su estancia tendrá que hacerse un hueco entre los clientes de su compañero, creando un duelo entres dos banqueros desde la distancia, con métodos de actuación diferentes, pero con una misma misión: conquistar.
El tema escogido no es fortuito en el caso de Fontana: “Viene de una cuestión personal, de dónde vengo yo como suizo y como miembro de la sociedad ginebrina. Suiza es un país muy particular y Ginebra, en sí, tiene una historia bancaria muy fuerte. Mi propio abuelo era banquero privado. En un momento me di cuenta de que era un territorio de película donde podía trabajar”, y añade que “me encontraba bastante estimulado por las posibilidades que daba ese mundo. Es un sector que a nadie le interesa de primeras y me parecía que tenía unas posibilidades totalmente inexploradas en términos de narración, y eso me daba mucho juego”.
Para los intérpretes protagonistas de la película, Stéphanie Cléau y Fabrizio Rongione, que también han viajado a San Sebastián para la presentación del film, trabajar con el director ha sido un lujo. “Descubrimos un mundo que no conocíamos y, a partir de ahí, al menos en mi caso, fue muy interesante destapar ese mundo oscuro en el que todo el personaje estaba impregnado desde la base. Esa oscuridad, que tanto se respiraba cuando fuimos a visitar el banco privado, está en la película y en los personajes. Esos detalles son los que luego nos ayudan a entrar en el personaje”. Para la actriz, desde el primer momento fue muy importante la conexión que sintió con Fabrizio: “Desde el primer momento me pareció evidente que interpretábamos muy bien juntos”, y añade que “el guion me pareció estupendo y el proyecto me emocionó inmediatamente, además de la manera rebelde y traviesa que tiene de trabajar Andreas”.
Azor llega al Zinemaldia tras su paso por Berlín y formar parte de la selección del Foro de Coproducción del Festival de San Sebastián en 2016. Las obras de Andreas Fontana siempre son aplaudidas entre la crítica. Su primer cortometraje, Cotonov Vanished, ganó el premio First Steps en Visions du Réel, entre otros galardones. En 2011 codirigió con Marie-Eve Hildbrand y David Maye el documental Dans nos campagnes. En 2015 su corto documental Pedro M, 1981 fue nominado a los Premios del Cine Suizo en la categoría de mejor cortometraje.
María Aranda