"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
Los cineastas Helena Girón (Santiago de Compostela, 1988) y Samuel M. Delgado (Tenerife, 1987) inauguraron ayer la sección Zabaltegi-Tabakalera. Sin que ellos distingan sus obras por la duración, Eles transportan a morte es su primer largometraje, ganador del premio a la mejor aportación técnica en la pasada Semana de la Crítica del Festival de Venecia. Más allá de los “aportes técnicos” y su indiscutible destreza en conjurar un poderoso estilo visual y sonoro, hablamos con ellos de tiempo, Historia( s) y misterio.
El recorrido de esta película empieza, en parte, en el programa Ikusmira Berriak de 2017. Cuatro años después…
Samuel M. Delgado: Después de pasarnos un mes y medio viviendo en Tabakalera en ese momento tan originario del proyecto, el hecho de proyectarla en el mismo lugar nos llega como un fin de ciclo muy emocionante. Tenemos muchos amigos aquí que nos apoyaron durante el proceso: de Tabakalera, de la Zine Eskola, del Festival. Ha sido una vuelta a casa.
¿De dónde surge la necesidad de realizar esta película que se enclava en un momento tan particular y conocido, como es el año 1492?
Helena Girón:A la vez que estábamos en Ikusmira Berriak, presentamos en Donostia una pieza, nuestra llamada Plus ultra, que ya trataba algunos de los temas que exploramos en Eles transportan a morte. Estábamos reflexionando en cómo los mitos y los discursos históricos nos afectan como individuos y como sociedad, y de ahí surgió el cuestionamiento de la película sobre dos de los mitos del Estado español: los relatos de conquista y el arquetipo de la bruja.
En la película hay dos líneas narrativas paralelas, una habitada por hombres y otra por mujeres.
H.G: Sí, había una voluntad que desde esa “separación” se fueran afectando mutuamente. Una historia sin la otra no podría desarrollarse como lo hace: se necesitan y forman una unidad muy potente. Estamos hablando de la historia de los “desheredados”, que son tanto ellos como ellas.
S.D: Nos interesaba mostrar esa dicotomía de los géneros, que históricamente han estado súper separados: las ideas de lo épico-masculino y lo trágico-femenino. Transmutamos esos códigos quitando épica en la línea narrativa de los tres hombres y desvinculando la pasividad o sumisión de la historia de las dos hermanas.
Hay algunas secuencias hipnóticas que se adentran en los elementos naturales y destacan por mostrar el negativo dañado, con huellas de tiempo.
S.D: Hablamos de relatos ambientados hace más de cuatro siglos, que en tiempo histórico es muy lejano pero que en tiempo geológico es ayer. Quisimos tratar las distintas capas de percepción temporal que nos ubican en la Historia y que hacen que estos acontecimientos de tiempos pretéritos estén mucho más conectados con nuestro presente que lo que estarían si fueran solo pensados desde el tiempo histórico.
H.G: Nos parecía coherente el cambio de formatos porque estamos en una película que precisamente habla de viajes en el tiempo. Por otra parte, porque lo que pretende es cuestionar la representación de la historia con distintos acercamientos visuales. Tratar lo formal como parte esencial de la construcción del tema es muy propio de nuestra práctica.
La película termina con un texto de Jules Michelet, librepensador racionalista.
H.G: Y aún así, su libro, “La bruja”, tiene una vena poética muy evocadora.
S.D: Lo que consigue es que algo comprensible sea misterioso, cosa que lo hace más misterioso que no si fuera, de por sí, inaprensible.
Como sus creadores, amantes del mito pero también del materialismo, Eles transportan a morte bebe del misterio sin renunciar a plantear una crítica sobre cómo se construye la Historia.
Marc Barceló