"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
Amparo, primer largo del realizador colombiano Simón Mesa Soto, es una carrera contra el tiempo. Concretamente lo que dura un día. Amparo, madre soltera con dos hijos, tendrá que ingeniárselas para evitar que su hijo Elías, que ha sido reclutado por el ejército para ser enviado al frente, vaya a la guerra. El director nos traslada a una corrupta Colombia.
“Me parece violento que algo así ocurriera hace 20 años. Un joven cumplía dieciocho años y tenía que estar dispuesto a ir a luchar, a ser militar. Me resultaba interesante, y a la vez incómodo, el hecho de tener que demostrar tu valentía, como si se diera por hecho que esa era nuestra realidad, nuestra obligación”, comenta Mesa Soto. El director nos cuenta que “cuando enseñaba la película a hombres de mi generación en Colombia, todos tenían una particularidad: una relación con el ejército; o porque evitaron el ejército pagando, porque conocieron a alguien que fue a la guerra…”. Hablamos de un conflicto financiado por el narcotráfico en un país que “ha tocado fondo. Las nuevas generaciones estamos empezando a ver lo horrible que ha sido y a ser conscientes de que, a pesar de ello, hay cosas que se dan por hecho, que se aceptan como normales”.
Para Mesa Soto, Colombia está dividida en dos mundos: “Por un lado, la burbuja europeizada y, por otro, lo que conocemos como tercer mundo. La globalización ha hecho que la gente viva en una burbuja que le impide ser consciente de la sociedad en la que vivimos, donde la inequidad es tan inmensa que hay mucha gente que vive sin las necesidades básicas”. El director confiesa que “me interesaba reaccionar, exponer mis rechazos hacia Medellín. Mi amor y odio hacia mi propia ciudad; quería explicar cómo es vivir en Colombia”.
El personaje principal, Amparo, será la mirada en la que se centre el director para ir narrando los hechos. “En un principio, la idea de esta película surgió pensando en mi madre, en momentos que había vivido con ella en Medellín. Recordé una escena de cuando era pequeño en la que acompañaba a mi madre a visitar a alguien que tenía que evitar el servicio. Esa situación me resultó muy violenta”. A partir de ahí “empecé a crear la historia, que se aleja mucho de la versión personal, y empecé a encontrar otros puntos de vista diferentes que me ayudaron a ir construyendo el guion a través de varias historias; varios personajes que conocí me ayudaron a darle forma, porque cada uno abordaba esa problemática de una determinada manera”. Amparo se convierte así en “una especie de homenaje que le quería hacer a mi madre. El cine no significa dinero, así que esta película es mi manera de retribuirle algo a mi madre”.
Su película de graduación, Leidi, ganó la Palma de Oro al mejor cortometraje en el Festival de Cannes. Con su siguiente corto, Madre, compitió de nuevo en el Festival de Cannes y obtuvo varios premios internacionales. En este, su primer largo, su protagonista, Sandra Melissa Torres, recibió el premio Louis Roederer Foundation como actriz revelación en Cannes.
María Aranda