James Mockoski conoce bien los entresijos del cine de Francis Ford Coppola: desde 2002 se encarga de la conservación de las películas de American Zoetrope y de archivar su filmoteca, y es el responsable del departamento de restauración de la firma del director de La ley de la calle (Rumble Fish, 1983) Ha organizado también la compra de diversos dispositivos pre-cinematográficos en Dinamarca y organiza exposiciones en las bodegas propiedad de Coppola en las que se muestra. El director y fundador de American Zoetrope siempre se ha rodeado de estrechos colaboradores y Mockoski es uno de ellos.
Su presencia en San Sebastián es por partida doble. Ayer, en el marco de las “Conversaciones” que se realizan en Tabakalera, hizo una didáctica explicación de los procesos de trabajo en las nuevas presentaciones de los filmes de Coppola y conversó con Joxean Fernández, director de Filmoteca Vasca, sobre archivo y restauración. Por otro lado, el jueves y viernes se proyectarán en la sección Klasikoak Rebeldes, -en su versión restaurada y con un montaje distinto al estrenado en 1983, con el título de The Outsiders: The Complete Novel y Llueve sobre mi corazón, dos de los filmes de Coppola restaurados. Llueve sobre mi corazón ganó la Concha de Oro en 1969, así que resulta natural que su versión restaurada recale de nuevo en el certamen donostiarra. Mockoski ha supervisado también la restauración de Apocalypse Now —film que ha mutado a través de los años en distintos montajes—, Cotton Club, Tucker, un hombre y su sueño y El padrino III, además de otros títulos comprados por American Zoetrope, como Una invención diabólica y El barón fantástico, ambas del realizador checo Karel Zeman.
La conversación empezó delante de un panel con una enorme fotografía en blanco y negro de los fundadores de American Zoetrope a finales de los sesenta, George Lucas, John Milius y Walter Murch entre ellos; Coppola aparece con un zootropo en sus manos, una de las primeras maravillas de la imagen en movimiento. “En estos cincuenta años han coleccionado mucho material y tenemos una gran biblioteca de películas y de memorabilia (objetos de atrezo, vestuario, Oscar, storyboards, posters). Tenemos dos museos en dos bodegas a ocho horas de Los Ángeles. Si vienes a Napa Valley es por el vino, pero Francis quería instruir sobre cine”. En 2007 compró la colección privada de linternas mágicas del director danés Henning Carlsen: “No se puede ser cineasta sin saber sobre los orígenes del cine”, recalca Mockoski.
“Francis siempre ha sido muy protector con su obra y la guarda en su propia cámara de almacenamiento de películas. Nuestra primera restauración fue en 2016 con Cotton Club. ¿Por qué acudir a una empresa si puedes hacerlo tú mismo?”. La cámara de almacenamiento es fundamental, como explicó minutos más tarde ya respondiendo a las preguntas de los asistentes: “El problema en el futuro será el almacenamiento. Los discos duros se mueren. Una película guardada en una cámara adecuada estará allí dentro de noventa años. En este sentido, el digital es más frágil”.
El proceso es complejo. Mockoski detalló todos los pasos: “Primero investigamos el negativo original, se evalúa su estado, valoramos si se pueden mejorar las partes dañadas, escaneamos en 4K y enviamos al laboratorio. Después me envían los escaneados en bruto para buscar arañazos, estabilizar los fotogramas, revisas huellas causadas durante el proceso de restauración. Vuelve al laboratorio, donde evalúan el color. El siguiente paso es la aprobación de Francis y después ya se procesan las copias definitivas”.
Mockoski mostró imágenes de diversas restauraciones para explicar el trabajo sobre la temperatura del color en Rebeldes o cómo se enfocan los contornos difuminados en las copias viejas. “Toda la información está en el negativo”, recordó. “Los estudios destruían los negativos originales porque no estaban pensados para más allá del tiempo de exhibición de las películas”. El proceso tiene sus imperfecciones: el escaneado digital elimina a veces el grano de la imagen original.
Como colofón, proyectó diversos fragmentos de estas versionesde Apocalypse Now: la de VHS (de 1981), Betamax, Laser Disc, Laser Disc Widescreen, VHS Widescreen, DVD, Blu-ray y 4K Ultra HD Blu-ray (esta de 2019). No hay color, en todos los sentidos. Mockoski sabe que es un privilegiado: “Yo tengo una ventaja, al cineasta que está allí conmigo: Francis me dice lo que quiere que yo haga. Eso es diferente al trabajo de restauración de una filmoteca”.
Quim Casas