"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
Nest cumple 20 años, una excusa perfecta para echar la vista atrás y reflexionar sobre la importancia de su existencia y su convivencia con el Zinemaldia. Nest es la competición internacional de cortometrajes de estudiantes de cine del Festival de San Sebastián. Reúne a estudiantes provenientes de escuelas de cine de todo el mundo, cuyos trabajos han sido previamente seleccionados, para que participen en proyecciones de sus cortometrajes, coloquios y clases magistrales a cargo de profesionales de la industria.
Durante sus dos primeras décadas de existencia y fiel a su filosofía, Nest ha funcionado como un semillero de talentos y ha creado una comunidad de alumni que tiene un recorrido posterior en el mundo profesional. Con motivo de este vigésimo aniversario, Nest celebró ayer un encuentro con cuatro de los cineastas que han pasado por el programa, y se aprovechó el evento para grabar un podcast en directo del mismo. En la mesa redonda participaron Kiro Russo (Nest 2015), que volvió como residente en Ikusmira Berriak y como cineasta seleccionado en la sección Horizontes Latinos (Viejo calavera) y que este año presenta en Zabaltegi- Tabakalera El gran movimiento; Inês Lima (Nest 2017), que formó parte de la segunda promoción de EQZE mientras desarrollaba su tercer trabajo, Casa do norte; Mina Fitzpatrick (Nest 2017), que regresó como residente en el programa Ikusmira Berriak y este mes participará en las actividades de Industria del Festival con su primer largometraje; y Óscar Vincentelli (Nest 2018), de la primera promoción de EQZE, que presentó una instalación en Tabakalera, y cuyos trabajos y proyectos han participado en varios festivales internacionales (su última obra, La sangre es blanca, 2021, obtuvo el premio principal de la Compétition Flash de FIDMarseille).
En la mesa redonda, los realizadores destacaron la importancia de programas como Nest, no sólo por su aspecto pedagógico sino por la reivindicación de un género como el cortometraje y la oportunidad que
ofrece a los participantes de pensar el cine. “Nest nos dio la oportunidad de crear una pequeña familia, lo que no es muy común en otros festivales”, comentó Inés Lima. Todos destacaron que Nest trasciende los nueve días que dura el Zinemaldia y atiende al talento en una inversión intelectual a largo plazo. “Nest fue el principio de mi carrera profesional, un gran paso para mí”, explicó Mina Fitzpatrick, “tenía una idea para realizar un corto y ahora Ikusmira Berriak me ha dado la oportunidad de llevarlo a cabo”. Reflexionando sobre el futuro del cine, en general, y de programas como Nest, en particular, Lima declaró que “hacer un festival en estos tiempos es un acto de rebeldía, como lo es pensar cómo va a ser en adelante y cómo resistir”.
Irene Elorza