"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
Laura Wandel (Bruselas, 1984) estrenó su cortometraje de graduación en Nest hará ya catorce años, al salir del Institut des Arts de Diffusion. Después de codirigir O négatif (2011) y de competir en Cannes con Les corps étrangers (2014), empezó a trabajar en Un monde, su primer largometraje, que ha levantado a lo largo de siete años y que ganó el Premio FIPRESCI en Un Certain Regard de Cannes.
¿Cómo han sido estos años, desde su experiencia en Nest hasta ahora?
Tengo recuerdos maravillosos de Nest; entre ellos, una masterclass muy interesante de Alfonso Cuarón. Fue uno de los primeros festivales después de salir de la escuela de cine y para mí fue un orgullo. Y aún me conmueve más que mi primer largo me haga volver al Festival de San Sebastián. Después de estudiar quise trabajar en rodajes, pasando desde el departamento de vestuario hasta la ayudantía de dirección. Necesitaba aprender sobre el terreno para desarrollar después mis trabajos como directora.
¿De dónde surge la necesidad de adentrarse en el acoso escolar?
La infancia es un momento vital para el aprendizaje. En el colegio, el niño se involucra en una micro sociedad cuyos códigos desconoce por completo. Ahí se encuentran muchas pistas sobre nuestro comportamiento como adultos y es eso lo que nos puede apelar.
Cuéntenos, ¿cómo encontraron a la actriz que interpreta a Nora? Hace un trabajo impresionante.
Maya Vanderbeque se presentó al casting sin que su familia tuviese nada que ver con el cine. Nada más llegar, nos dijo que quería dar toda su fuerza a la película. Tenía siete años y presintió que el papel era para ella. Esa voluntad no suele verse en los niños. Como el rodaje se pospuso un año, tuve la oportunidad de enseñarle a nadar yo misma. Eso creó un profundo vínculo entre nosotras dos.
¿Qué impacto tuvo el rodaje sobre los niños?
Siempre tuvimos mucho cuidado con no influir negativamente a los niños. Lo que trabajamos con ellos les ha hecho comprender, sobre todo, la noción del acosador. Que su actitud proviene de una cicatriz, de una herida no cerrada. Entendieron el mecanismo de la violencia. Nunca les dimos el guion porque era importante que pudieran aportar cosas genuinas a la historia, sin imponerles frases de adultos. Participaron
creando las escenas, incluso con dibujos, que después sacábamos antes de rodar la escena que tocara, para que fuese un recordatorio creativo y un detonante para seguir improvisando.
El título… Un monde, un mundo: no vemos más que la escuela a lo largo de toda la película.
Absolutamente. Y también es el mundo de la protagonista, Nora. No me interesaba aportar respuestas o contar como era la familia de Nora y de su hermano. Ella es el receptáculo de todo el fuera de campo, y este es el que permite al espectador proyectar e imaginar e incluso recordar lo que a él le haya podido ocurrir en esa etapa. Más allá del espacio, el tiempo también era importante. La repetición. En el colegio pasamos muchos años donde todo es igual y justamente en esa repetición se encuentra el aprendizaje. Un mundo también es eso.
Marc Barceló