Hay muchas películas que hablan sobre la maternidad, pero pocas abordan el tema desde una perspectiva arriesgada y reivindicativa como lo hace Mara Pescio (Buenos Aires, 1975) en su debut, Ese fin de semana.
Una madre y una hija ya adolescente protagonizan el primer largometraje de la directora argentina. Pero se trata de una madre y una hija que no comparten un vínculo afectivo tradicional: Julia, la protagonista, no deseaba ser madre, quería apostar por su carrera y su estilo de vida y, por eso, se marchó de casa y dejó a la hija con su padre. La película nos muestra el reencuentro de ambas cuando el padre de Clara necesita la firma de Julia para mudarse y dejar el país, algo que cambiaría el mundo de la adolescente. Clara quiere quedarse en su casa, pero, al ser menor de edad, necesita a alguien que la cuide. Entonces aparece el dilema para Julia: firmar y seguir con su vida o cumplir el deseo de su hija y no firmar.
Para Pescio es importante mostrar esto, porque cree que hay partes de la maternidad que están estigmatizadas y ella misma las ha vivido o ha reflexionado sobre ellas con su primer embarazo. “Mi analista me
dijo una vez algo que me pareció interesante: ‘No te preocupes por saber cómo ser buena madre, lo importante para un hijo es que tenga amor’”. Eso le hizo pensar que, al margen de los progenitores, un hijo podía estar bien si sentía amor, si tenía un entorno en el que se sintiese querido. Y así surgió esta historia en la que se da especial relevancia a la comunidad que rodea a Clara, que la sostiene y le hace sentir querida pese a su situación familiar.
“Quería reflexionar sobre el instinto maternal y espero que los espectadores también se lleven esa pregunta a casa. La maternidad está normativizada, pero Julia sabe que la mejor forma de ser madre para Clara, la forma de demostrarle amor, es tomar distancia”.
La directora argentina también es guionista de este largometraje que llegó a su cabeza hace diez años. Un recorrido largo que le ha servido para conocer en profundidad a sus personajes principales. Comenzó a escribir el guion como muchos otros que tiene en el cajón: en la intimidad. “Soy el estereotipo de guionista: me gusta estar sola, ver películas… me cuesta mucho socializar”. Quizás por esto ha dirigido, además de cortometrajes, varios documentales, que le permitían observar el mundo con menos contacto social. La influencia de esa experiencia en los documentales se ve claramente en Ese fin de semana, que nos muestra la vida en la capital de Misiones como si realmente fuésemos parte de ella, con muchos momentos puramente documentales. “La gran mayoría de los actores son no profesionales, lo tomaron como un juego, con una actitud muy amorosa. Las peluqueras que aparecen son peluqueras de verdad, el baile que sale al principio es realmente un baile que un grupo de amigos hace dos veces por semana en la calle, los vimos bailar y les pedimos permiso para rodarlo e incluir a las protagonistas”. Esto revolucionó el barrio donde grabaron y, como homenaje a ellos, estrenarán la película allí a finales de año en una proyección al aire libre.
Pero el film también cuenta con actores profesionales como la DJ Paz Ferreyra, conocida como Miss Bolivia, que debuta como actriz en el largometraje dando vida a Julia, la madre. Cuando Pescio vio su fortaleza en el escenario, supo que era perfecta para encarnar a Julia. Ella y la actriz Irina Misisco sostienen la mayor carga interpretativa de la película. El otro gran personaje podríamos decir que es la comunidad del barrio de Villa Cabello donde se rueda, ya que ese plurilingüismo que hay en la zona (guaraní, portugués y español) transmite esa fluidez y libertad que tienen en la forma de relacionarse. Reconoce que esa comunidad ha traspasado la pantalla y han creado la suya propia entre todos los participantes del film. “Nos ayudábamos entre todos y eso ha enriquecido mucho mi trabajo, he aprendido mucho, lo hacíamos todo de forma comunitaria”.
Después vinieron los ensayos y también mucha improvisación. De hecho, declara que el guion no estaba cerrado, sino que dejaba lugar a que hubiera diálogos improvisados. En su primera experiencia en el largometraje, reconoce que en la escritura se siente cómoda y dirigir es un desafío para ella que repetiría encantada. “Sé que a mi edad puede parecer raro debutar, que la mayoría de directores hacen su primer largometraje a los treinta, pero he seguido mis tiempos. Me gusta poder decir que me he tomado mi tiempo, agradezco haber apostado por mi idea y haberla sacado adelante”.
El film estuvo en San Sebastián en 2017 ya que fue seleccionado en el Foro de Coproducción del Festival. “Fue una experiencia muy satisfactoria, vinimos sin expectativas, sin saber qué podíamos esperar. Gracias a nuestro paso por aquí, pudimos hacer una coproducción e Ibermedia confió en el proyecto. Es una alegría enorme poder volver al Festival para estrenarla y compartirla con el público”.
Hoy se estrena Ese fin de semana, una oportunidad para reflexionar sobre la maternidad desde otro punto de vista.
Iratxe Martínez