"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
En su primer largometraje, Juntos (2009), el realizador mexicano Nicolás Perera contaba la historia de una pareja, Gabino y Luisa, cuya vida cotidiana se derrumbaba a causa de acontecimientos también muy cotidianos: un desperfecto en la nevera, fallos en el suministro del agua corriente y la huida inesperada de su perro. Una década después, Pereda recupera a sus personajes en Fauna, aunque nunca ha dejado de colaborar con el protagonista masculino de aquel film, Gabino Rodríguez, presente en toda su obra de ficción.
Lo hace con un particular sentido del humor. Ahora, el mejor amigo de Gabino, Paco, interpretado por Francisco Barreiro como en Juntos, es una de las estrellas de la serie Narcos, lo que da pie a una divertida secuencia en la que le piden que imite a un peligroso narcotraficante. El inicio de la película marca su tono tan desconcertante como gratificante, en los dominios del absurdo: Paco no encuentra ningún lugar para comprar un paquete de tabaco y finalmente se lo vende un individuo por una cantidad más que desorbitada, sin saber que ese hombre es el padre de su novia.
Al contrario que el cine del absurdo que representa Fauna, en la que a partir de un momento determinado tiene cabida la metaficción y el relato dentro del relato, en un juego de espejos bien estructurado pero nada alambicado, el corto Noche perpétua apuesta por un clasicismo casi litúrgico en la puesta en escena de su terrible historia. Lo que cuenta es tristemente conocido y forma parte de nuestra memoria histórica, pero lo interesante es la óptica que desarrolla al contarla.
Aunque de producción franco- portuguesa y dirigida por el luso Pedro Peralta, Noche perpétua se centra en la realidad de la inmediata posguerra española. La acción queda concentrada durante una noche en una casa del pueblo de Castuera, en Badajoz, en abril de 1939, tras la victoria franquista. Dos guardias falangistas llaman a la puerta de la casa de una familia republicana. No hace falta que se diga de que signo ideológico son, lo sabemos. La mujer, Paz, sabe a lo que vienen. Solo les pide que la dejen amamantar a su hija, recién nacida, en la que será la última vez que la vea.
Con un trabajo de iluminación excepcional, Peralta mueve la cámara poco y de manera consecuente, estableciendo por momentos una especie de retablos en penumbra con composiciones casi piadosas como el plano de las tres mujeres de la casa sentadas, con Paz en medio y con el niño en brazos.
Quim Casas