"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
En 2017 se proyectó en Zabaltegi-Tabakalera Amante por un día, la penúltima película de Philippe Garrel, y vino a presentarla su hija Esther, que ya había participado en algunos filmes de su padre (La jalousie), de su madre, Brigitte Sy (L’astragale), y en un corto de su hermano Louis (Mes copains), y tendría un papel secundario en otra película de aquel mismo año, Call Me by Your Name de Luca Guadagnino.
El otro hijo de Garrel y Sy, Louis, visitó el Zinemaldia en 2008 como protagonista de La belle personne, una de las varias películas que ha hecho con Christophe Honoré. Y diez años después volvió con Un hombre fiel, su segunda experiencia como director, una película imbuida del espíritu de la Nouvelle Vague, sobre todo Truffaut, que ganó el premio al mejor guion. En la presente y compleja edición del Festival, Garrel repite en las pantallas como el presuntuoso cineasta francés de Rifkin’s Festival y como uno de los personajes centrales de ADN, pero Louis Garrel no ha podido venir a San Sebastián porque se encuentra completando su nuevo largometraje, la continuación de Un hombre fiel.
El patriarca del clan, Philippe, hijo del gran actor Maurice Garrel, fallecido en 2011, llegó ayer al Festival para presentar en Zabaltegi-Tabakalera su último trabajo, Le sel des larmes, de nuevo en blanco y negro, de nuevo un relato íntimo y fluido sobre los afectos y los sentimientos. Algunas de sus obras anteriores han estado presentes en el certamen –la citada Amante por un día, la fantasmática La frontière de l’aube–, pero sobre todo fue el centro de atención en 2007 con la retrospectiva que organizó el Zinemaldía sobre su obra, o sobre todas las películas que se encuentran disponibles de uno de los directores faro de la generación posterior a la Nouvelle Vague.
En uno de los títulos exhibidos en aquel ciclo, Les baisers de secours, de 1989, Garrel cuenta la historia de un realizador de cine que está preparando una película autobiográfica y decide, en el último momento, substituir a su esposa, que debía interpretarse a sí misma, por otra actriz. En una comunión perfecta entre cine y vida, en la que la línea que separa la ficción del documento queda diluida, Philippe Garrel interpreta al director, Brigitte Sy a su esposa, Louis Garrel al hijo de ambos –tenía entonces cinco años– y Maurice Garrel al padre del cineasta. El film es una crónica familiar en toda regla, una catarsis en celuloide, una auto-ficción en la que no hay forma humana de separar lo que es realidad y lo que es representación.
Quim Casas