"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
¿Dónde habrán ido las flores?, decía la canción que abrió la gala. Las flores, motivo que ha inspirado los carteles de la presente edición del festival, pueden abrirse paso entre las grietas y la vida vuelve a brotar, se explicaba poco después. En este año de pandemia, eso es una excelente metáfora de lo que quiere representar el Festival. “El cine es capaz de achicar distancias y de hacer que volvamos a casa. Y es que la distancia separadora es también salvadora, porque no hay lucidez sin distancia”.
Estos términos en los que se expresó la recurrente idea de la distancia muestra el tono de una gala de inauguración (dirigida por el bailarín Jon Maya con guion del escritor Harkaitz Cano) eminentemente lírica y musical, jalonada constantemente por canciones y coreografías. Cayetana Guillén Cuervo, Eneko Sagardoy, Miren Gaztañaga e Inma Cuevas fueron los encargados de conducirla, además de también recitar, cantar y bailar.
A las presentaciones de las distintas secciones que componen el Festival, y a la presencia sobre el escenario del jurado de la Sección Oficial, se añadieron algunos momentos especiales. José Luis Rebordinos insistió en la idea de que el mejor lugar para ver una película es una sala de cine, e invitó al escenario a Thierry Frémaux, director del Festival de Cannes, un “festival amigo”, que este año no ha podido celebrarse. Frémaux apeló a la solidaridad entre festivales y redundó en el valor de la sala de cine. “El cine está vivo. El cine no va a morir”, proclamó. También hubo un recuerdo para José María Riba, fallecido recientemente, y que durante muchos años trabajó tanto para el Zinemaldia donostiarra como para el Festival de Cannes.
Por último, antes de dar paso a la presentación desde el escenario por parte de las actrices Elena Anaya y Gina Gershon y el productor Jaume Roures, de Rifkin’s Festival, película que inauguraba la presente edición, se emitió un vídeo grabado en Nueva York en el que el director Woody Allen alabó la ciudad y el certamen, y se despidió con un “nos vemos después de la pandemia”.