"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
Zinemaldia. Palabra llena y entera por su perfecta ubicuidad. Si de alguna forma podemos atrapar algo que nos acerque a nosotros mismos es, sin duda, el lugar, el suelo que pisamos y nos sostiene. Desde hoy y durante unos largos nueve días, esta ciudad —donde la brisa salina, los puentes sobre el Urumea, las mareas perfumadas y el verde de los opulentos montes se funden— será habitada, quizás poseída, por las fantasías más intangibles y al mismo tiempo más cautivadoras: las películas. Personas llegadas a pesar de los lastres que constriñe el globo en crisis, verdaderos nómadas del cinematógrafo, saciarán las ganas de empatía, intercambio, comunidad y Akelarre que este tiempo pide a gritos.
Mientras las pantallas se visten con luz de nuevo, el viento y la luna, A metamorfose dos pássaros matutinos o el centelleo dorado sobre las aguas vespertinas de la Concha seguirán componiendo su singular sinfonía, dejando algunos pentagramas para la Autoficción de las palabras de euforia o desapruebo que rebrotarán por las calles, ese rastro en la memoria insustituible de los septiembres en Donostia.
En esta crónica diaria imprimiré lo que mis ojos y oídos logren cazar de la melodía de humanos, películas hechas o por hacer, distancias sociales, aguas, climas cambiantes y aquello que nuestro lugar, este anclaje soñado a lo largo de todo un año, nos depare en las fechas venideras. Más fugaz que sólido, más crédulo que crítico, los guiones de estas escenas se teñirán de mis dudas y nervios, de cómo balancearme entre las imágenes filmadas con las que se nos escurren cada día bajo Un efecto óptico de realidad. Y bueno, Ya no duermo.
Si me acompañáis, espero que juntos consigamos que La última primavera y verano queden atrás, mientras nos aclimatamos a los nuevos ritmos que de momento nos legaron: The World to Come.
Bihar arte!
Marc Barceló