"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
Tras ser presentada a principios de año en Sundance y recibir el Premio Especial del Jurado en Berlín, Never Rarely Sometimes Always, uno de los títulos más celebrados del cine indie norteamericano de este año, ha aterrizado en Perlak. Su directora, Eliza Hittman reconoce que el origen del proyecto fue una noticia que leyó en 2012, “cuando una mujer llamada Savita Halappanavar murió en un hospital de Galway después de que se le negara un aborto que le habría salvado la vida. Comencé a investigar la historia del derecho al aborto en Irlanda, un país donde ese tipo de intervenciones estaban criminalizadas obligando a muchas mujeres a desplazarse a Inglaterra, y me di cuenta de que esa diáspora también existe en EEUU desde áreas rurales, con un acceso limitado y restrictivo a este derecho, hacia ciudades progresistas”. La película, efectivamente, narra el viaje de una joven de Pensilvania a Nueva York, en compañía de su prima, para abortar, pero más allá de esta anécdota lo que prima es un acercamiento a la intimidad de las protagonistas, algo que hace que su directora defina el film como un estudio de personajes: “Dado que la película avanza a partir de la experiencia subjetiva de Autumn en lugar de estar impulsada por la trama”.
Antes de ponerse a rodar la historia, Eliza Hittman llevó a cabo un complejo proceso de documentación: “Fui a centros de atención al embarazo en pueblos pequeños. Me hice pruebas de embarazo y asistí a sesiones de asesoramiento cristiano. Hice el viaje físico que hacen los personajes. También visité y recorrí clínicas en la ciudad de Nueva York para intentar comprender el proceso de una manera profunda. Me reuní con proveedores de servicios de aborto, trabajadores sociales, asesores financieros. Si bien no estaba haciendo un documental, quería que la película estuviera anclada en la realidad”. Quizá por eso la propia directora reconoce haber rodado una historia inspirada en las fuentes expresivas del neorrealismo y del Cinema Verité. En este sentido, Eliza Hittman cree que su película “se vuelve más urgente a cada minuto que pasa dado que el futuro del derecho al aborto en EEUU resulta bastante incierto. Ahora mismo luchamos no solo para preservar nuestros derechos como mujeres, sino que es nuestra democracia lo que está en juego”.
Jaime Iglesias