"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
Antes de que el Festival invitara a la productora Marisa Fernández Armenteros a formar parte del jurado de la Sección Oficial, esta ya iba a ser una edición importante para ella dado que iba a presentar dos de sus últimos proyectos: Rifkin’s Festival y El agente topo. Por ello, Fernández está muy contenta simplemente por el hecho de que el Festival haya podido celebrarse. “Todos queríamos que esto sucediera y estar aquí ya es un triunfo”, afirma.
En ese sentido, Fernández opina que “los festivales están dando una lección de unidad a todo el gremio”. Estamos en una época de “incertidumbre” y, en ese contexto, la productora piensa que “entre todos tenemos que conseguir acercar las películas al público y los festivales son una buena forma”. De esta situación Fernández se queda con que “nadie dentro del
sector está de brazos cruzados y todos trabajan para sacar proyectos”.
Para Fernández es una incógnita el tipo de historias que van a atraer al público una vez pase todo esto. “Lo hemos hablado muchas veces entre colegas del sector: no sabemos cómo va a resistir el público a distopías a partir de ahora o si algún día se podrá hacer una comedia con todo esto. Veremos cómo afecta esta situación a las historias que se cuenten”.
En cualquier caso, con o sin Covid, Fernández reconoce que en la gran mayoría de ocasiones no sabe por qué con unas películas se acierta y con otras no. “El cine es el negocio de la paciencia y de la intuición”, dice. Aún así, asegura que es de los fracasos de donde más se aprende porque “le das más vueltas y realizas una ejercicio de análisis más profundo”. La productora confiesa que a la larga “las películas que trato con mayor sentido del humor e incluso cariño, son aquellas que no obtuvieron el éxito esperado”.
La carrera de Marisa Fernández Armenteros ha estado vinculada sobre todo a The Mediapro Studio, con la que ha producido grandes largometrajes como Princesas, Camino o la mencionada Rifkin's Festival. Sin embargo, a esta edición trae también El agente topo, una película que ha producido de forma más personal con “un grupo de amigas”. Fernández seguía “el trabajo de Maite Alberdi desde hace tiempo y entre un grupo de productoras mujeres decidimos buscarle la financiación necesaria para hacer que pueda ver la luz”.
La cineasta que “jamás hubiera imaginado estar formando parte del jurado del Festival” está disfrutando mucho la experiencia. “Y eso que para los que dudamos tanto, no es una tarea fácil”. La cineasta considera que “el jurado de este año es muy visceral porque tiene un marcado componente mediterráneo”. Ella personalmente está contenta con “la pasión y la transparencia” con la que se están dando las opiniones. Por supuesto, espera hacerse oír entre todas ellas. “Soy una persona a la que le gusta escuchar pero también defender sus opiniones. El equipo del Festival, lo sabe y creo que por eso me ha elegido”, apunta.
Iker Bergara