Zabaltegi-Tabakalera es conocida por ser la sección más abierta, donde las limitaciones de estilo o tiempo no existen. En ella, podemos encontrar cortos, series, largometrajes, mediometrajes… Es una especie de “todo vale”, un atractivo tanto para directores, espectadores o integrantes del jurado: “Hay un amplio rango de formas en las películas que hemos visto hasta ahora. Es extremadamente gratificante ver a directores buscando su propio lenguaje, su propia manera de expresar o hacer una película y no sentir que es algo que ya habías visto antes”, comenta la danesa Anna Sofie Hartman, presidenta del jurado de Zabaltegi-
Tabakalera que, además, conoce bien lo que es participar en esta sección tras su paso en 2019 con su segundo largo Giraffe. En 2014 estrenó su ópera prima, Limbo, en New Directors, así que este año confiesa que “tengo más tiempo para poder disfrutar del festival. Cuando traes tu propia película lo haces con nervios. El año que presenté mi primer largo en New Directors fue un momento muy importante porque, al fin y al cabo, se trata de un estreno mundial. Es muy agradecido poder centrarte en la película de otros y no en la tuya, aunque para mí estrenar mi primera película aquí fue la manera más perfecta de introducir la película en el mundo”.
Sobre su experiencia como directora, Hartman añade que el artista Olafur Eliasson, con quien trabajó un tiempo creando, entre otros, el cortometraje Studies for Your Mobile Expectation, tuvo en ella una gran influencia: “El tiempo que pasé en su estudio me ha inspirado a la hora de hacer mis propios proyectos. Sus pensamientos sobre el espacio, sobre cómo interactuamos, la importancia de ser conscientes de nuestra propia experiencia en el mundo… Su manera de hacer arte me ha influenciado y sigue formando parte de mí”.
A Anna la acompañan Carlos Ríos, director del D’A Film Festival Barcelona, y Pucho, amante del séptimo arte y conocido también por formar parte del grupo Vetusta Morla. Para Pucho, esta sección es como “el off del festival, la sección de la libertad creativa, de la libertad de formatos: la sección destinada a arriesgarse”, a lo que Carlos añade que “no hay que olvidar que es la sección más ecléctica, la que se permite mezclar a un director como Philippe Garrel con una directora como Marta Sousa, por ejemplo. El hecho de permitir que un corto de un nuevo realizador se mezcle con un largo es lo que más valoro de esta sección”. Confiesa que “el reto para mí como jurado es que una sección como esta requiere un ejercicio más cinematográfico, intelectual y de elaboración sobre el proyecto que se apoyará. Como jurado, creo que es la sección más dura, además de ser un ejercicio bastante interesante”.
Sobre su experiencia y la manera en que deliberarán quién será ganador en esta 68 edición, Anna comenta que “es muy interesante formar parte del jurado de la sección, paso muy buenos ratos con ambos y comentamos lo que vemos al final de cada proyección pero de una manera bastante reservada, de momento”. Pucho y Carlos coinciden en que “a veces es mejor no opinar demasiado, no hacer un cinefórum después de cada película, porque la opinión sobre una película que se presentaba como preferida puede cambiar nada más ver la siguiente. Por eso preferimos no tirarnos a la piscina, para que luego no existan comentarios como ‘¡pero tú dijiste…!’, porque igual ahora me decanto más por esta otra’”.
En cuanto a la cuestión de qué es lo que valoran de un proyecto, Pucho afirma que “tiene que haber un impacto, una revelación”. Para Carlos, que también es director de la distribuidora cinematográfica Noucinemart, “lo primero que tiene que hacer es llegar al corazón a nivel narrativo, acompañado por un buen ejercicio de creación. Pero, sobre todo, tiene que haber cosas que te sorprendan”.
Para el jurado de Zabaltegi-Tabakalera, el papel de los festivales en el cine es indispensable. Carlos afirma que “son un escaparate para saber qué está pasando en el mundo del cine, para conocer parte de la producción que muchas veces el circuito comercial no te deja ver”.
Zabaltegi-Tabakalera es conocida por ser la sección más abierta, donde las limitaciones de estilo o tiempo no existen
Para el jurado el papel de los festivales en el cine es indispensable
MARÍA ARANDA