Pocos cineastas generan tanto consenso en la audiencia como Éric Toledano y Olivier Nakache. Esta pareja de cineastas galos vuelve al Zinemaldia donde alcanzaron reconocimiento internacional con Intocable, película que clausuró el Festival en 2011. Después regresaron en 2014 con Samba (elegida nuevamente como film de clausura) y en 2017 con C’est la vie que participó en Sección Oficial. Cada uno de estos títulos se vio recompensado con el favor del público donostiarra al que ahora esperan volver a conquistar con Hors normes / Especiales, una comedia basada en hechos reales sobre una asociación que trabaja en Francia con casos de autismo severo sin apoyos estatales. Se trata de un proyecto muy personal que ambos directores tenían pensado rodar incluso antes de Intocable: “El éxito de aquella película nos permitió comprar nuestra libertad que es el mayor privilegio que puede tener un creador –afirma Éric Toledano–. Por eso decidimos retomar el proyecto de Hors normes; pensamos que este era el momento ideal, considerando, sobre todo, que cada vez estamos en una sociedad más egocéntrica, donde la gente está encantada de mirarse el ombligo. Frente a eso, nos parecía oportuno hacer una película sobre gente altruista”. A su lado, Nakache asiente y apunta que “hacer este film fue una necesidad. Hacer cine es ofrecer una experiencia al público y eso conlleva una gran responsabilidad”.

“El éxito de Intocable nos dio la posibilidad de ser libres”

Como en sus anteriores largometrajes, Hors normes se sostiene sobre la confrontación de caracteres de la pareja protagonista: un judío que gestiona una asociación para autistas (papel interpretado por Vincent Cassel) y un árabe al frente de una organización que forma a jóvenes suburbiales en el cuidado de personas con discapacidad (Reda Kateb). “Cada vez que hacemos una película protagonizada por una pareja lo que hacemos es reflejar nuestra propia experiencia. Nos gusta hablar de amistades improbables porque justamente Olivier y yo somos el mejor ejemplo de eso”, afirma entre risas Éric Toledano, quien no para de sobreactuar y bromear durante toda la entrevista. Su único gesto serio acontece cuando le señalamos que, aunque la mayor parte de espectadores conecta muy bien con sus propuestas, hay quienes tachan su trabajo de manipulador y sentimentaloide: “Nosotros nunca hemos tenido esa percepción pero aceptamos cualquier crítica. No obstante, no creo que nuestro cine sea sentimental sino realista y lo que desde luego no hacemos es manipular emociones. Todas nuestras películas tienen una carga de humor que actúa como antídoto contra la solemnidad discursiva”.

El actor Reda Kateb, presente en Donostia junto a los directores del film, cree que lo que ocurre es que “En Francia hay una corriente muy formalista que aboga por un cine de calidad arrogándose una autoridad moral que no comparto. A menudo se nos olvida que la esencia del teatro es lograr divertir y emocionar: la risa y el llanto, eso es lo que busca el público cuando va al cine”. Los directores coinciden en este sentido con el intérprete: “El espectador, cuando las luces de la sala se apagan y los móviles se desconectan, siempre se enfrenta a una promesa de emoción”.

En Hors normes esa emoción viene sustentada por la entrega interpretativa de un reparto donde se mezclan actores profesionales y personas con autismo: “no podíamos permitir que esos personajes fueran encarnados por actores, por eso hicimos un casting por varias asociaciones. Por otro lado tanto Rada como Vincent se zambulleron desde el primer momento en el trabajo de estas organizaciones. De ahí que su mirada tenga tanta exactitud”.

Jaime Iglesias