"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
Con la presencia del Consejero de Cultura Bingen Zupiria, y el Alcalde de Donostia Eneko Goia, entre otras autoridades, se celebró ayer la Gala de EiTB en el Teatro Principal y se proyectó la película Una ventana al mar de Miguel Ángel Jiménez.
Eduardo Barinaga, director de ETB fue el encargado de la presentación de la gala y comenzó diciendo que “desde ETB tenemos objetivos claros: Siempre hemos promovido y priorizado lo que nos une, mirando tanto la creación como los proyectos y los nuevos talentos del país”. Y mencionó que, no en vano, en los últimos años EiTB ha invertido del orden de entre cuatro y cinco millones de euros en el cine vasco. “Este año, al igual que el pasado, el cine vasco cuenta con doce películas en el Zinemaldia”.Incluso han empezado, con vocación de continuidad, a producir ficción en euskera.
Barinaga pasó a presentar Una ventana al mar, una película que describió como “algo no muy grande en presupuesto, pero sí en equipo y argumento”.
A continuación subió al escenario su director, Miguel Ángel Jiménez. Entre sus trabajos se incluyen los largometrajes de ficción Ori y Chaika, ambos a concurso en New Directors en 2009 y 2012 respectivamente, los documentales Días de El Abanico y la presentada el pasado año en la sección Culinary Zinema Y en cada lenteja un dios.
El realizador describió esta coproducción con Grecia hablando de una tragedia y de un viaje en moto por la isla. Un viaje que realiza, como actriz protagonista, Emma Suárez que dijo que la película “es muy especial, muy personal y hecha con mucho amor”.
La actriz madrileña interpreta a María, una bilbaína de cincuenta y cinco años que ante una noticia que le cambia la vida, decide hacer un viaje a Grecia en contra de los consejos de su hijo y de los médicos. Una decisión espontánea la conduce a un pequeño reducto de paz y calma en el que inmediatamente se siente como en casa. Mientras explora la hermosa isla, conoce a Stefanos y, contra todo pronóstico, se enamora. Lo que parecía una breve escapada de la realidad pronto se convierte en una inesperada oportunidad de alcanzar la felicidad.
Nora Askargorta