"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
La misma política de los autores con la que Truffaut encumbró a Hitchcock resulta insuficiente para abordar el cine contemporáneo. Cada vez surgen más cineastas que se mueven entre distintos géneros, temas y formatos, a los que es difícil conceder un mal denominado ‘estilo’. Denis Côte pertenece sin duda a esa clase de directores, por eso había tanta expectación en su clase magistral, donde explicó por qué a lo largo de su filmografía ha alternado películas grandes y otras más pequeñas, dejándose llevar por la improvisación.
Al abordar los motivos de su alto ritmo de trabajo reconoció que no podría esperar siete años para hacer una obra maestra. ¿Y si luego no funciona? “En lugar de triunfar, me gusta intentar. Es mi forma de ser, hablo rápido y ruedo rápido. No tengo familia, no estoy casado, no tengo hijos ni un restaurante, mi única pasión es el cine. Desde hace trece años tengo una enfermedad crónica, nada muy grave, pero creo que eso me impide mirar al futuro. Por eso actúo rápido y ruedo mucho, es la explicación de por qué soy tan prolífico”, afirmó el cineasta canadiense.
Presenta en el Festival Répertoire des villes disparues, a concurso en Zabaltegi-Tabakalera, con la que disfrutó de los lujos de una producción convencional: “Fue un placer escribir el guion y encontrar a los actores, que son muy famosos en Canadá. Soy ambicioso y quiero hacer co-producciones con Hollywood, pero también películas pequeñas con mi propia cámara. Mis películas favoritas son precisamente las más pequeñas. Aún no sé qué películas son. Están vivas”.
Su último largometraje aborda el cine de fantasmas desde otro ángulo, evitando los resortes del género para trazar “una metáfora sobre la inmigración, sobre todo lo que es distinto a ti. Vivo en Montreal y han empezado a llegar inmigrantes desde Estados Unidos que temen a Trump. Y no hay racismo, pero sí una xenofobia ordinaria que quise explorar”.
Antes de dar paso a las preguntas de los asistentes, Côte manifestó que “es importante odiar algo para ser creativo. La tranquilidad y el bienestar son lo contrario a la creatividad. Be angry at something!”
Antonio Miguel Arenas