"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
En los mentideros del Festival se hablaba de La hija de un ladrón, ópera prima de la realizadora barcelonesa Belén Funes, como la posible sorpresa de esta edición del certamen y, a tenor de los comentarios que suscitó entre los informadores que acudieron ayer a la rueda de prensa que tuvo lugar tras la proyección del film, la sorpresa se produjo, y fue positiva. De hecho, muchos fueron los que hicieron notar a su directora que el gran mérito de la película es definir la acción (y la relación entre los personajes) atendiendo a aquello que no se cuenta antes que a lo que se muestra a lo largo del film. Belén Funes justificó este hecho en que “queríamos contar esta historia explicada desde el presente. Está claro que en ese presente hay unos rastros del pasado que condicionan los vínculos entre el personaje de Sara y su padre, pero si explicábamos esos rastros la propuesta resultaba muy obvia”.
La directora y su guionista, Marçal Cebrián, explicaron que llegaron a rodar a modo de comodín una secuencia que explicaba lo que había pasado entre ambos personajes, “pero de repente nos preguntamos: ¿y si la quitamos? Y nos dimos cuenta de que la película funcionaba igual e incluso mejor”. Fueron tantas las preguntas que suscitó esta opción de representación que el actor Eduard Fernández intervino para decir: “Todas las preguntas que se quedan en el aire, que carecen de respuesta en la película, son las que definen la película”. Fernández interpreta al padre de Sara, personaje encarnado por Greta Fernández, su hija también en la vida real. “Fue ella la que me ofreció participar en este proyecto –explicó el actor– y me pareció muy bien acompañarlas, a ella y a Belén, en este viaje por una Barcelona muy poco contada, sobre todo por la honestidad que hay en su mirada”. Greta Fernández comentó por su parte que “el hecho de ser padre e hija también en la vida real va a favor de la película”. También comentó que “tenía muchas ganas de hacer un papel protagonista de esta dimensión. Tanto para Belén como para mi esta película ha representado una primera oportunidad”.
La intérprete asume en esta película el primer gran papel de su incipiente carrera cinematográfica, un personaje que la directora, Belén Funes, definió como “una niña con ojeras”. Según la cineasta, “la mayoría de las películas que se ruedan sobre jóvenes suelen ser relatos de iniciación pero Sara es alguien que a sus veintiún años está ya de vuelta de todo”. Cuestionada sobre qué es lo que según ella define más a la protagonista de su película, si la precariedad o la soledad, Funes se decantó por esta última: “En este mundo hiperconectado hay personas que están solas y me interesaba hacer el retrato de alguien así”.
Jaime Iglesias