"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
Tras rodar en 2015 Sufragistas, la realizadora británica Sarah Gavron vuelve a un estilo de cine más directo y naturalista con Rocks, película en la que relata la historia de una adolescente del East London que vive con su madre y su hermano pequeño. La vida discurre sin sobresaltos hasta que un día los dos hermanos encuentran una lacónica nota en la que su madre dice que se ha ido de casa. Simplemente lo siente, sin ninguna otra explicación. El film horada en esa adolescencia e infancia rotas y en cuestiones de estricta supervivencia para alguien a quien no le han enseñado a sobrevivir.
La película de Gavron encamina hacia su desenlace la Sección Oficial de este año, como Algunas bestias y Le Milieu de l’horizon empiezan a cerrar New Directors a la espera de lo que decidirán los jurados. Algunas bestias, del chileno Jorge Riquelme Serrano, estudia con la mirada de un entomólogo las relaciones entre los cuatro miembros de una familia (madre, padre y dos hijos) que llegan a una pequeña isla deshabitada con la intención de levantar un hotel para turistas. El microcosmos familiar va haciéndose cada vez más claustrofóbico. Esta ópera prima cuenta con dos de los nombres fundamentales del star system chileno, Paulina García y Alfredo Castro, dos rostros que representan por si solos la espléndida salud de esta cinematografía.
Le Milieu de l’horizon devuelve al Festival a Laetita Casta, que participó en la pasada edición con la película de Louis Garrel L’Homme fidêle. La película, de producción suiza y realizada por Delphine Lehericey (que ya participó en esta misma sección con Puppy Love, en 2013), está ambientada en una zona rural a mediados de los años setenta, cuando una inesperada ola de calor pone en peligro las cosechas. No solo eso: la vida de sus protagonistas, especialmente el hijo pequeño de un granjero, entran en colisión más allá del sofocante calor que experimentan. Es también la crónica del fin de una forma de vida.
A Tabakalera-Zabaltegi acude un viejo conocido, Bertrand Bonello, que compitió en la Sección Oficial de 2016 con Nocturama y estuvo presente en la retrospectiva dedicada al novísimo cine francés que el certamen organizó en 2009. Bonello, una de las voces más personales del actual cine galo, nos embarca en un relato de muertos vivientes que nada tiene que ver con la iconografía clásica del zombi. La acción comienza en 1962 en una plantación de Haiti, y se desplaza hasta la actualidad para sacar a la luz los secretos familiares de una joven haitiana. Aunque a su manera, Bonello está más cerca de White Zombie y I Walk with a Zombie que de La noche de los muertos vivientes.
Quim Casas