Leticia Dolera está en Donostia entre otras cosas para presentar su nueva serie “Vida perfecta” que se proyecta hoy en el Velódromo a las 17.00 de la tarde. Leticia Dolera comenzó su trayectoria como actriz y en 2009 empezó a escribir guiones de cortometrajes que después también dirigiría. Desde entonces ha compaginado las tres facetas, llegando a escribir, dirigir y protagonizar su primer largometraje, Requisitos para ser una persona normal, galardonada en el Festival de Málaga con los premios mejor fotografía, guion novel y mejor montaje y fue nominado a tres premios Goya. Ahora presenta la serie “Vida perfecta” que ha sido la gran triunfadora de la última edición de Canneseries, donde se hizo con el reconocimiento a la mejor serie además del Premio Especial de Interpretación creado para la ocasión, que reconoce el trabajo del trío protagonista femenino.
El primer capítulo ya ha hecho reir, y mucho, al público. ¿También en el rodaje se dieron hilarantes momentos? ¿Qué tal fue el rodaje?
Fue muy intenso porque hay muchísimas localizaciones y es una serie con muchísimos actores, porque si bien hay tres protagonistas y tres secundarios, luego hay cantidad de actores de reparto, capitulares… Que hace todo muy colorido, pero a nivel de preproducción es mucho más complicado. Pero lo disfruté mucho, porque yo ya hice con parte del equipo mi primera película Requisitos y eso convirtió este trabajo en una cosa como de estar por casa.
“Vida perfecta” comienza en clave de comedia pero va volviéndose más dramática sin perder el humor. Es una comedia dramática escrita por ti. ¿Cómo ha sido ese proceso?
Yo escribí el arco de personajes, la temática, los capítulos y las tramas principales. Escribí el piloto y cuando Movistar con ese material me dio luz verde, contacté con Manuel Burque y le propuse coescribir el resto de guiones. Así arrancamos.
Son tres personajes principales, Cristina, Esther y María, este último interpretado por ti. ¿Tienen algo de ti? ¿Cuánto hay de autobiográfico en la serie?
En realidad toda la serie habla de una crisis vital. Pone sobre la mesa una serie de preguntas que todos y todas nos hemos hecho alguna vez en la vida. De repente las tres protagonistas pasan por una crisis en la que tiene que ver hacia donde van sus vidas. Cristina, uno de los personajes de repente se da cuenta de que ha construido una vida perfecta y resulta que esos cimientos no le hacen feliz. A María, sin embargo, esa vida que va a empezar a construir se le derrumba de repente. Y el caso de Esther, que estaba cómoda en su vida, pero la sociedad le dice de repente que no está llevando la vida que debería llevar. Con María analizo el concepto de familia, con Esther el éxito versus el fracaso y con Cris exploramos la figura de la superwoman que es la madre, amante, trabajadora, amiga, profesional, perfecta y cómo se sostiene esa figura insostenible.
Esta serie intenta aportar luz sin dar respuestas, porque obviamente vivir es complejo y también las relaciones humanas. Aunque sí plantea temas como el hecho de si las decisiones que uno toma, son en realidad de uno mismo o cuánto hay en ellas de presión social, de herencia cultural, de educación… Con todo ello los personajes intentan vivir y buscar su lugar en el mundo.
Tres personalidades, muchas situaciones y preguntas que nos podemos hacer todas. Muchas mujeres se sentirán identificadas con alguno de los personajes o situaciones. ¿Y los hombres? ¿Se sentirán identificados? ¿Habéis recibido ya algún feedback a este respecto?
Los personajes masculinos, si bien son secundarios, también tiene su propio arco. En el caso de Pablo por ejemplo, el hecho de que Cris cambie, eso a él también le modifica. Cada uno de los personajes masculinos también vive su propio proceso y su propio viaje emocional. Gari se enfrenta a la paternidad en una sociedad que le juzga por tener una discapacidad. Y Xosé es un personaje que se encuentra perdido tras su divorcio y huye del compromiso. Los personajes masculinos también tienen capas, realizan su propio viaje.
Se ha considerado una serie que rompe con determinados estereotipos, sobre todo sexuales.
La sexualidad nos atraviesa a todos y a todas y como son tres protagonistas femeninas, la mirada es de mujer, porque es mi punto de vista y porque los personajes son mujeres. Así que la serie muestra mujeres que tienen una vida sexual activa, que tienen deseo, que se masturban, que follan estando en pareja o no estándolo, estando o no embarazadas… La sexualidad se trata desde el punto de vista de ellas. En la serie las mujeres no son solo objetos de deseo sino que son sujetos que desean.
Algunos de los capítulos han sido dirigidos por Elena Martín y por Ginesta Gindal, siendo una serie escrita por ti, que también has dirigido algunos capítulos, ¿cómo ha sido ese proceso?
Yo quería que la serie fuera también una plataforma para directoras noveles o casi noveles y por eso contacté con Elena Martin, que realizó Julia Ist y me encantó, y con Ginesta Gindal que había dirigido publicidad, pero todavía no había dado el salto a la ficción. Ambas han entendido esta ficción de la misma manera que yo, desde los personajes. Ha sido un trabajo muy bonito. Hemos encontrado un equilibrio entre un proyecto en el que muchas cosas estaban ya decididas, pero en el que creo que ellas se han sentido realizadas como directoras. Quería que sintieran que hacían el capítulo suyo, que este hablara de cosas que a ellas les importan y que sintieran libertad creativa. Y no sólo han hecho suyos esos capítulos sino que los han hecho crecer.
Nora Azkorgota