"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
En 2015 y 2018 se estrenaron dos de las películas más particulares del cine de terror de los últimos años, La bruja y Hereditary. El director de la segunda, Ari Aster, tardó menos de un año en tener listo su segundo largometraje, Midsommar. El autor de la primera, Robert Eggers, se lo ha tomado con más calma. Cuatro años han pasado desde la perturbadora y atávica La bruja, centrada en la pugna entre el Mal y una familia de colonos cristianos en la Nueva Inglaterra puritana de 1630. Tan inquietante como aquella es The Lighthouse, una historia claustrofóbica filmada en un blanco y negro puro y sinuoso que nos devuelve a las texturas del cine fantástico de la época muda. Es la historia de dos fareros que acaban por perder la razón mientras iluminan los bravos mares para que los barcos no se estrellen contra los acantilados.
Dos hombres, uno experto, encanecido y despótico, Willem Dafoe; el otro, más joven e inexperto, está encarnado por Robert Pattinson en otro muesca más de su cambio radical desde Crepúsculo, ligado desde hace años al cine de David Cronenberg, Werner Herzog, Anton Corbijn, James Gray, los Safdie, Ciro Guerra y Claire Denis mientras espera ser el nuevo Batman.
Los rostros de barba hirsuta, con los ojos en sombras y la piel desgastada. El mar, una mancha ominosa, iluminado por el faro. Las gaviotas, una presencia tan siniestra como hace más de cinco décadas lo fueron en Los pájaros de Hitchcock. Frases de los diarios de Herman Melville. La luz del fin del mundo.
Quim Casas