Jayro Bustamante vuelve a pisar suelo donostiarra tras presentar en 2015 su ópera prima Ixcanul y llevarse el premio EFADs-CACI del Foro de Coproducción Europa-América Latina con La llorona. Esta última forma parte de la selección de Horizontes Latinos de esta edición junto con Temblores, entre otras, también del director. Así, Bustamante participa por partida doble en el Zinemaldia.
“Las tres películas son un tríptico en el que quería hablar sobre los tres insultos más utilizados con orgullo en Guatemala”, comenta el director. El primero de ellos es ‘indio’, término que va arraigado a la historia de su ópera prima en la que se hace referencia a “la vergüenza de nuestros orígenes, en un país en el que más del 70% somos descendientes de los Mayas y solo el 41% se identifica como indígena”, añade Jayro.
El segundo insulto se plasma en la historia que nos cuenta a través de Temblores, Premio Sebastiane Latino 2019 en el Zinemaldia: ‘hueco’, que significa homosexual. A partir de aquí comienza la trama de la película, que habla sobre historias reales a partir de una historia de ficción. Pablo, su protagonista, es un hombre de cuarenta años cristiano evangélico que ‘descubre’ su homosexualidad. Cuando su familia recibe la noticia intentan por todos los medios ‘curarle’ de esa enfermedad a través de la religión, factor que sirvió a Bustamante para apoyarse en ese “oscurantismo que me permitió utilizar una estética de los setenta aunque incluyera factores contemporáneos”. Cuando le preguntamos el motivo que le llevó a crear el film nos confiesa que “todo empezó cuando un hombre le hizo su primera confidencia. En dos semanas ya tenía a veintidós Pablos: hombres que viven en un secreto absoluto”.
Pero no solo el hombre tiene un papel importante en el largo Jayro Bustamante también ha querido reflejar el prototipo de mujer con el que conviven hombres como Pablo: “La mujer defiende esta idea de curar al hombre homosexual y, de esta manera, se convierte en la oprimida defensora del opresor”. Cuando hacemos referencia a la situación actual de Guatemala respecto a este tema Bustamante confiesa que “la película se queda corta respecto a lo que la verdadera realidad es. Es una sociedad donde la evolución es el pecado original; el pensamiento crítico es el pecado original”.
El título del film también está conectado con esas conversaciones que mantuvo con esos hombres reprimidos, podría considerarse un homenje a los protagonistas de la película: “Cuando le hice la primera entrevista al primer Pablo que conocí y le pregunté por qué seguía ahí, cuando su mujer ya lo había descubierto y lo había desenmascarado frente a la familia, iglesia, amigos, y lo humillaban día tras día, él me contesto: es porque si tiembla yo quisiera estar cerca de mis hijos para poder sacarlos de casa”.
Su segundo largo en esta edición es La llorona, que hace referencia al tercer insulto guatemalteco: ‘comunista’. Bustamante aclara que “no tiene nada que ver con la ideología política, en Guatemala tiene que ver con todo aquel que se preocupa por los derechos del resto porque Guatemala es un país que lucha contra los derechos humanos”.
La llorona es un personaje que ha existido en todas las culturas: una mujer que se vuelve loca cuando su marido la abandona y decide matar a sus hijos. El castigo de Dios se basa en que se pasará llorando el resto de sus días. Sin embargo, Bustamante afirma que “mi llorona no es una pecadora, es una madre patria, una madre tierra que llora a todos sus hijos desaparecidos y a todas las víctimas de estos actos de la humanidad”.
En el largometraje el espíritu de Alma, su llorona, se libera para vagar por el mundo entre los vivos y así hacer venganza a los asesinatos que se acontecieron en el conflicto armado de Guatemala.
Con esta película Jayro Bustamante busca “hacer que las diferencias existan para poder enriquecernos. Es algo que deberíamos explotar”.
Premio Sebastiane Latino
La película Temblores de Jayro Bustamante ha sido la ganadora del Premio Sebastiane Latino en esta edición del Zinemaldia. El director y su equipo recogieron ayer, durante la presentación de la película en el Kursaal, el premio que otorga un jurado compuesto por integrantes de GEHITU, la Asociación de Gais, Lesbianas, Transexuales y Bisexuales del País Vasco. El premio distingue a la mejor película LGTBI latinoamericana de 2019.
María Aranda