"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
Lisabi Fridell (Delsbo, Suecia.1985) es una directora de fotografía con base en Berlín que trabaja en todo el mundo. En su trayectoria profesional ha sido reconocida por su fotografía tanto en largometrajes de ficción como en documentales. Su trabajo es poco convencional y si algo define su estilo es la versatilidad, tomando siempre como base la historia en cuestión, con el fin de contarla de un modo único. Para ello experimenta con diferentes técnicas, colores y formas con el objeto de innovar y, si es posible, mejorar la historia. Prefiere trabajar de manera estrecha con los directores e influir en todo el proceso desde sus primeras fases. Las películas en las que ha trabajado se caracterizan por su espíritu transgresor y por la defensa de los valores feministas.
En el terreno del largometraje ha trabajado con cineastas como Ester Martin Bergsmark en Nånting måste gå sönder (Something Must Break, 2014), galardonada con el premio Tiger en el Festival de Rotterdam, Pater Modestij en 6ª (2016), presentada en Generation 14Plus del Festival de Berlín, Selma Vilhunen en Hölmö nuori sydän (Stupid Young Heart, 2018), con la que repitió en esa misma sección de la Berlinale, o Levan Akin en And Then We Danced (2019), estrenada en la Quinzaine des Réalisateurs del pasado Festival de Cannes.
Dentro del cortometraje ha colaborado de forma recurrente con la directora Lovisa Sirén y la productora Siri Hjorton Wagner, con quienes ha trabajado en Pussy Have the Power (2014), Audition (2015) y Baby (2016).