"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
“Fui jurado de escuelas de cine en otras ocasiones, ya me puedo especializar en esto”, reconoce entre risas el cineasta argentino Martín Rejtman, que regresa a San Sebastián por partida doble, como presidente del jurado de Nest Film Students y para presentar en Zabaltegi-Tabakalera el cortometraje Shakti.
¿Cómo fue tu experiencia estudiando dirección en Nueva York?
Me aportó muchísimo. Me dijeron que la escuela de aquí dura un año y me parece buena idea. El primer año fue como sumergirme en un mundo nuevo. Teníamos que filmar todas las semanas un corto en 16mm, revelarlo, editarlo y sonorizarlo. El segundo me pareció aburrido, el verdadero momento de una escuela de cine es el primer año. Después, una escuela sirve para conectarse con gente que está en lo mismo y formar grupos de trabajo para el futuro. Esa es mi experiencia, aunque al segundo año dejé la escuela (risas).
¿Consideras tan importante el estudio de la teoría como la práctica?
La parte teórica uno a veces la puede hacer independientemente de la práctica. Ver películas, conocer la historia del cine, diferentes autores… En la práctica uno va desarrollando su estilo de una manera intuitiva, a pesar de todo lo que aprendió antes. Todo eso uno tiene que olvidarlo y dejar que la intuición le guie, porque tampoco puedes consolidar un estilo imitando a otros directores.
¿No habrás olvidado Just a Movie, tu primer cortometraje? Fue el último corto del año que hice en Nueva York. No lo olvidé, recuerdo que me salió muy bien (risas). Era un cortito muy cinéfilo. La historia de un hombre que miraba a su vecina por la ventana y que finalmente decidía filmarla. Después se filmaba a sí mismo y en el montaje armaba una historia de amor entre los dos; era solamente eso.
¿Qué consejos tienes pensado dar a los participantes de Nest?
No creo que se puedan dar consejos. Uno aprende en la misma búsqueda. El único consejo es hacer, o grabar como se dice ahora, aunque yo sigo diciendo filmar. El único consejo posible es ese, filmar, filmar y filmar.
¿Por qué el regreso al cortometraje después de tanto tiempo?
Di clases en escuelas de cine donde enseñaba guion de cortometraje. Me resultaba mucho más estimulante porque eran guiones que se podían terminar muy rápido. Así que en un momento me sentí en deuda, si enseñaba a hacer cortos tenía que hacer un corto. Y por otro lado, a veces los proyectos de los largometrajes se alargan demasiado por cuestiones de financiación. Recuperé el espíritu de hacer películas con muy pocos medios, más como un grupo de amigos que un trabajo. Algo que en el cine más tradicional a veces se pierde.
A.M.A.