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“Me siento como cuando los astronautas realizan una rueda de prensa antes del lanzamiento de su cohete” dijo la realizadora Alice Winocour tras la proyección de Proxima, película presentada ayer en Sección Oficial y que narra las dudas e inseguridades de una madre astronauta que tiene que separarse de su hija para tomar parte en una misión espacial. En este particular despegue cinematográfico, también participaron las actrices Eva Green y Zélie Boulant-Lemesle y las productoras Isabelle Madelaine y Emilie Tisné. Las cinco se mostraron “encantadísimas” de formar parte de la tripulación y estar en San Sebastián respondiendo a los periodistas.
Nada más comenzar la citada rueda de prensa, Winocour explicó que con esta cinta quería “hablar del amor, de las relaciones entre madres e hijas pero, sobre todo, de la separación: de cómo superarla y afrontarla”. Seguidamente, confesó estar apenada porque en el cine las superheroínas nunca tienen hijos o por lo menos nunca hablan de ellos. Así, Winocour reconoció que esto se debe a que en la vida real ocurre parecido. En su opinión, “muchas mujeres, muchas superheroínas, evitan o se avergüenzan de hablar de sus hijos en sus profesiones porque se considera una debilidad”.
La propia realizadora pudo ratificar su teoría durante el rodaje trabajando con los entrenadores personales de la agencia espacial. Estos le revelaron que los astronautas hombres hablaban mucho más abiertamente de sus hijos e hijas que sus homólogas mujeres. Para Winocour, “ya es hora de que el cine aborde esta cuestión e intente solucionarla”.
Por ello, decidió hacer esta película y contar con la actriz Eva Green como protagonista. Conocida por interpretar papeles de mujeres poderosas, Winocour ve en ella “una especie de guerrera” y le pareció excelente que formara parte de la película. Green, por su parte, reconoció “querer conocer a Winocour nada más leer su guion”. Por suerte, lo hicieron al día siguiente y pudieron trabajar juntas. “Ensayamos mucho. Es un lujo tener tanto tiempo para preparar un papel”, aseguró Green.
Como un astronauta
Pese a la fortaleza física de Green, Winocour contó que el entrenamiento que tuvo que llevar a cabo la actriz para convertirse en una mujer del espacio fue especialmente duro. Este se realizó en los mismos centros y bases militares en los que los astronautas reales realizan sus simulaciones. De esta manera, ambas pudieron comprobar la dureza de la profesión de astronauta. “Son casi masoquistas, tienen un sentimiento de sacrificio muy grande, lo hacen todo por la ciencia, por un bien mayor”, declaró Green.
Al respecto, Winocour destacó que rodar la película le ha servido para darse cuenta de lo difícil que es marcharse de la tierra: “Por eso, mi largometraje es muy terrenal, casi un homenaje a ella, ya que se da la paradoja de que los astronautas, pese a ser superhumanos, cuando abandonan la tierra experimentan una sensación de vulnerabilidad y fragilidad muy fuertes. Ir al espacio es muy doloroso, pierdes el sentido del equilibrio, envejeces más rápido… Yo quería filmar esa mutación”.
Para terminar, Winocour quiso subrayar el trabajo de la tercera de a bordo: la jovencísima actriz Zélie Boulant-Lemesle. “Estuvo con nosotros en Kazajistán, en la Star City y en todos esos sitios en los que no suele haber niños y, como Green, se convirtió también en una pequeña astronauta”.
Iker Bergara