"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
Cuando todo termina se impone la reflexión. Qué se ha hecho mal y qué se ha hecho bien. De qué manera pueden mejorarse algunos aspectos y valorar los que han funcionado con precisión casi matemática sabiendo, de antemano, que contentar a todo el mundo es (casi) imposible. Pero un festival como el de San Sebastián no está solo representado por el puñado de películas que compiten en la Sección Oficial, aquellas perlas que llegan como ecos atractivos de otros festivales, la panorámica latinoamericana y las presencias que pueden verse en la alfombra roja, el photo call, las ruedas de prensa y, porque no, en algún lugar tomando, ajenos al ajetreo de la profesión, un café o una cerveza. Unos años tendremos más nombres conocidos desfilando por los distintos espacios del Festival. Habrá ediciones más comedidas, porque ajustar las agendas de quienes hacen las películas no es tarea fácil y a veces surgen imponderables que nada tienen que ver con la organización.
Un festival no es solo todo esto, que es mucho, en plena vorágine de los certámenes internacionales y sus procesos de selección en una época en la que las pantallas se multiplican tanto como los sistemas de producción y exhibición. La apuesta firme de San Sebastián por los nuevos valores queda reforzada un año tras otro. New Directors debe seguir siendo la cantera de las primeras obras y conviene recordar, un año más, en un ejercicio necesario pese a quien pese, que en esta sección se exhibieron por primera vez las óperas primas de Lucille Hadzihalilovic, Kevin Smith, David O. Russell, Nicolas Winding Refn, Tsai Ming-liang, Laurent Cantet, Jonathan Glazer, Isabel Coixet, Ana Díez, Constantin Popescu y Olivier Assayas. Pero antes de rodar el primer largometraje hay que hacer cortos y, antes de ellos, estudiar cine y realizar prácticas. Así que Nest. Film Students (unido a la repercusión que en la ciudad adquiere la Elías Querejeta Zine Eskola) es otra pieza angular de la filosofía del Festival y a cada año que pasa adquiere más cuerpo y se consolida: nada mejor que un encuentro entre estudiantes de cine para confrontar ideas y discutir sobre lo que está pasando en un paisaje audiovisual que cambia más rápido que el clima en San Sebastián.
Han estado esta edición Alejandro Amenábar, Alice Winocour, Juliette Binoche, Kristen Stewart, Eva Green, Gael García Bernal, Eduard Fernández, Sam Neill, Tim Roth, Ken Loach, Hirokazu Koreeda, Takeshi Miike, Bertrand Bonello, Penélope Cruz, Donald Sutherland, Costa Gavras, Darren Aronofsky, Malgorzata Szumowska, Sarah Gavron, José Luis Torres Leiva, Michel Houllebecq, Moriarti al pleno, Antonio de la Torre, Belén Cuesta, Nina Hoss, Valeria Golino, Ladj Ly, Oliver Laxe, Karra Elejalde, Ricardo Darín, Edgar Ramírez, Patricio Guzmán, Greta Fernández, Belén Funes, Paulina García, Wang Xiaoshuai, Bárbara Lennie, Mercedes Morán, Neil Jordan, Pablo Cruz, Martín Rejtman y Ciro Guerra, entre otras y otros. Pero también han surgido reflexiones tras las sesiones de Zinemaldia & Technology, se han puesto sobre la mesa cuestiones esenciales de la producción europea y latinoamericana en los encuentros de Industria, el cine más disconforme recala un año más en Zabaltegi-Tabakalera, la retrospectiva dedicada al clásico mexicano Roberto Gavaldón ha entrado bien y la proyección de la recuperada Sátántangó de Béla Tarr rivaliza hoy con la sonrisa del Joker. Pluralidad, ante todo.
Quim Casas