"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
La guerra de las Malvinas sigue siendo un conflicto muy presente en Argentina con muchas heridas todavía abiertas. La escritora, artista visual y directora de cine y teatro Lola Arias indaga en Teatro de guerra en las consecuencias de este conflicto sobre los veteranos de ambos bandos, cediéndoles el protagonismo a ellos mismos. Pero lo hace desde una propuesta bien alejada de los cánones del documental clásico. El film es un documento con vocación documental que, efectivamente, recoge las experiencias y sentimientos reales de quienes participaron en la guerra, pero aquí los géneros se confunden, el testimonio documental se convierte en una ficción representada, y fiel al enfoque multidisciplinar de su autora, los distintos formatos (instalación audiovisual, teatro, cine) se dan la mano.
Buena prueba de ello la ofrece la propia trayectoria de la obra, que nació de una instalación audiovisual, “Después de la guerra”, que tuvo lugar hace ya varios años en Londres, y en la que 25 artistas, entre ellos Lola Arias, reflexionaban sobre los efectos de la guerra. La instalación de Arias proponía un flashback, una irrupción del pasado en el presente de una serie de veteranos argentinos de la guerra de las Malvinas. Esta idea del flashback fue el germen a partir del cual la artista argentina empezó a pensar en su traslación tanto a una obra de teatro como a una película, que incluirían ahora también las voces de veteranos británicos.
“Durante dos años emprendí una investigación, entrevisté a 70 veteranos de los cuales se eligieron a los seis protagonistas que se convertirían en actores de sus propios personajes, y que finalmente se juntaron en Buenos Aires en el año 2016 para ensayar la obra de teatro y comenzar a filmar la película”, recuerda la propia directora. La obra de teatro se estrenó antes (y se mantiene todavía en cartel con notable éxito de público), lo cual permitió que los propios ensayos y representaciones pasaran a formar parte del film.
Por eso, la película, siendo un documento que recoge las experiencias en la guerra de una serie de participantes en la misma, por el hecho de que éstos se conviertan en intérpretes de una obra guionizada, con una determinada puesta en escena, y en la que no se esconden los mecanismos de representación, va mucho más allá del documental.
“Mi intención era doble: por un lado, la película muestra el proceso de creación de una obra artística, exponiendo abiertamente los mecanismos de representación; y por otro, recoge el esfuerzo de los propios veteranos: cómo se conocen entre sí, cómo se comunican, cómo se van formando como actores para representar sus propias vivencias... Esta película quiere romper con ese documental que captura un testimonio fijo en el tiempo haciendo de los personajes un objeto de representación por parte del autor, para convertirlos en sujetos autónomos con capacidad de decisión. Quiero que los protagonistas sean parte activa de la creación artística”, explica Arias.
Gonzalo Garcia Chasco