"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
Aly Muritiba ha trabajado como guionista, productor y director, con un total de nueve cortometrajes y dos películas. A sus espaldas carga con más de 150 premios, entre ellos, Cine en Construcción San Sebastián en 2014 por la película que trae a esta edición y Horizontes Latinos en 2015. Una trayectoria impecable para un genio del séptimo arte. Humilde y sincero, nos contaba que la experiencia en Cine en Construcción fue vital para esta película: Ferrugem. “Cine en Construcción cambió el final de la película y de esta ciudad sale el resultado de lo que tenemos hoy”, añadiendo que “el montaje de una película es un momento muy solitario y en este Festival hay mucha gente involucrada en el mundo del cine que te ayuda a mejorar la estructura de la película”.
Este es un largometraje basado en hechos reales, “muchos hechos reales”, matiza. El tema principal se basa en las historias de bullying y la exposición de la intimidad en las redes sociales. Es una película actual a más no poder: un reflejo de la sociedad en la que vivimos y de la influencia que la tecnología está teniendo, en este caso, en la vida de muchos jóvenes. Inevitable también es preguntarle por el título de la película: “La traducción literaria es: proceso de oxidación del hierro, la acción que el oxígeno realiza sobre un elemento no orgánico”. Aplicado a la película como metáfora se refiere a “una oxidación de ciertos valores como la empatía en el mundo tecnológico”. El hilo principal de la película se centra en un vídeo sexual de una joven publicado en internet. A partir de ese acontecimiento podemos conocer las dos caras de la moneda: “la experiencia de quién sufre el acoso y, por otro lado, de quién lo causa”.
Siguiendo este patrón de dos realidades distintas, el guion se ve adaptado a estas dos historias: “La primera está construida con un ritmo rápido, representando la vivacidad tecnológica actual, mientras que la segunda parte está grabada a partir de planos más largos y generales, con menos cortes, reflejo de una sociedad sin red, tranquila, del mundo analógico en general”.
Escoger el reparto también fue un proceso importante: “Hacer una película con adolescentes es un desafío grande pero divertido y constructivo. El proceso de selección fue largo, tres meses en total. Hay que tener en cuenta que eran actores muy jóvenes hablando de cosas muy serias”.
Para Aly volver al Festival es un premio ya que implica poder presentar aquí una película en la que “el Festival ha aportado mucho”. Sobre el futuro del cine en Latinoamérica Muritibia prefiere hablar desde una visión positiva asegurando que el cine en Brasil, país de donde proviene, “está repleto de grandes talentos con muchas historias que compartir con nosotros”.
Ferrugem es un film que nos conduce a la reflexión sobre la influencia de la familia y la tecnología en nuestro día a día.
M.A.