"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
“El año pasado tuve la oportunidad de estrenarme en el Festival a lo grande con la película El autor. Me alegra volver, también a lo grande, como jurado de la sección Horizontes Latinos”, afirma la actriz Adriana Paz. De esta manera, la mexicana ha podido quitarse una espina que tenía clavada desde el año 2013. “Aquella edición se presentó el film Las horas muertas y como estaba embarazada no pude acudir. Todo el mundo en México me decía que, si alguna vez venía, iba a alucinar y así ha sido”, revela.
Paz recibió la invitación mientras rodaba su primer trabajo en inglés bajo la dirección del francés JeanCharles Hue. Por suerte, dicho rodaje acababa una semana antes del Zinemaldia y la actriz pudo decir que sí. “Es un honor que mi trabajo y experiencia resulte válido para un festival como el de San Sebastián y que confíen en mi criterio”. Pese a que el año pasado los Goya la nominaran como mejor actriz revelación por El autor, la carrera de Adriana Paz en México es muy destacada. Su currículum cuenta con más de 30 películas y 3 premios Ariel, el reconocimiento más grande que otorga la industria cinematográfica mexicana. “Estoy sumamente orgullosa de que mis pares, mis compañeros de profesión, consideraran que fuera merecedora de ello. Los premios se disfrutan, se agradecen, a veces incluso sirven como una credencial, pero pueden no significar nada si después no sigues trabajando duro”, opina la intérprete.
Para Paz, La tirisia de Jorge Pérez Solano fue la película que marcó un antes y un después en su carrera. “Solano me enseñó el argumento dos años antes de empezar a rodar y con solo dos folios ya consiguió hacerme llorar”, cuenta. Paz quería el papel por encima de todo y tuvo que luchar duro para conseguirlo. “Solano es muy meticuloso y necesitaba saber que yo era la persona idónea”. De él destaca su cercanía. “Otros directores son más distantes, Solano, en cambio, no mira a través de la pantalla, te mira a ti”. explica.
Precisamente, su papel en La tirisia es el que llevó a Paz a trabajar en la ya mencionada El autor del director Manuel Martín Cuenca cuya “forma de trabajar es muy parecida a la de Solano”. Así, la actriz no ha encontrado grandes diferencias entre trabajar aquí o en México. “Las dificultades a las que se enfrentan los realizadores de aquí y allá son muy parecidas y también su compromiso y empeño. Quizá sea porque en ambos sitios he trabajado en un mismo tipo de cine de autor”.
Respecto a la industria cinematográfica de su país, Paz considera que se realiza un cine de autor muy bueno que, además, tiene una gran acogida en festivales, pero lamenta que no haya un verdadero interés por apoyarlo. “Es de lo que siempre hemos adolecido. La producción de películas ha aumentado en los últimos años pero seguimos teniendo un grave problema en la distribución y cuesta llegar al gran público”.
Quizá por esa razón, pese a su bagaje profesional y premios, Paz todavía no era del todo reconocida por una parte del público. Sin embargo, eso ha cambiado gracias a la serie “Vis a Vis”. “Nunca o muy pocas veces me habían parado por la calle y ahora me llaman por el nombre de mi personaje en la serie. Por supuesto, me gusta que la gente se apasione tanto por tu trabajo, pero a la vez sorprende y hasta da un poco de miedo”, reconoce. Paz agradece la oportunidad que le ha dado la serie y asegura llevarse muchas amigas.
Iker Bergara