"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
Como a la protagonista de la novela de Henry James, a Judi Dench no le falta carácter, inquietud, curiosidad ni sentido de la independencia. Ha sabido administrar con inteligencia una carrera inabarcable, en la que olvidó sus aspiraciones a diseñadora para dedicarse vocacionalmente a la interpretación. Ha logrado triunfar en el teatro, la televisión y más tarde en el cine. La vejez no le hace ni pizca de gracia y el tiempo la ha tratado bien porque no ha sido relegada a míseros papeles de abuela. Nada más lejos: a nuestra flamante invitada le sientan bien los personajes que gobiernan con mano de hierro, ya sea a James Bond o al Imperio Británico. Activa e inconformista, esta amante de los árboles se ha manifestado públicamente contra los prejuicios que tiene la industria del cine con la edad de las actrices.
Una se pregunta qué habría sido de Elaine Paige si Judi Dench no se hubiera lesionado el tendón de Aquiles cuando iba a interpretar a Grizabella en Cats”. ¿Se la imaginan cantando Memory”? Porque no sólo de Shakespeare vive Judi Dench; ella, que debutó como Ofelia con la compañía del Old Vic, fue Sally Bowles en la versión londinense de Cabaret”y ha cantado la maravillosa “Send in the Clowns”en A Little Night Music”, de Stephen Sondheim. En el teatro lo ha conseguido prácticamente todo y de la mano de los mejores: Franco Zeffirelli, Trevor Nunn, Ian McKellen, Harold Pinter, Kenneth Brannagh, Emma Thompson...
Lo que la trae hoy aquí es su incursión en la pantalla grande, una carrera que despegó cuando ya pasaba de los sesenta. Si sobre el escenario lo ganó todo, en el cine ha sido capaz de conquistar un Óscar con un papel de apenas ocho minutos en pantalla (Shakespeare in Love, 1998). Ha sido la reina Elizabeth I y también la reina Victoria en dos ocasiones, en la que fue su consagración en el cine, Mrs Brown, y en la reciente La reina Victoria y Abdul.
En 1995 pasó a formar parte de la saga 007 como M, la jefe del Servicio de Inteligencia Británico (Goldeneye), papel que ha ejercido durante la etapa de Pierce Brosnan y más tarde con Daniel Craig hasta Skyfall. Desde entonces ha compaginado este personaje recurrente con incursiones en proyectos muy diversos, volviendo a trabajar para Zeffirelli en Té con Mussolini o interpretando a la novelista Iris Murdoch en Iris. Tras perder a su marido, se refugia en su trabajo como terapia, iniciándose una etapa muy fértil en la que destacan Atando cabos, La importancia de llamarse Ernesto, La última primavera, Pride & Prejudice (Orgullo y prejuicio) o Mrs Henderson presenta. Ha colaborado en proyectos más arriesgados como la película de Sally Potter Rage, el musical Nine, o en Jane Eyre, Mi semana con Marilyn y Philomena; Clint Eastwood la reclamó para J. Edgar y parece que Stephen Frears no puede vivir sin ella.
“Dame” es sólo una de las muchas distinciones y premios que esta mujer acumula en su currículum. Hoy recibe el Premio Donostia en honor a todas esas mujeres de carácter que viven tras la mirada de Judi Dench.
Idoya Láinez