"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
Hoy es el segundo día consecutivo para disfrutar de la película que nos trae Martín Rodríguez Redondo desde Argentina. Una película que representa a la comunidad LGTB a través de una historia basada en hechos reales acontecida en Argentina en 2009. El film cuenta la vida de Marcos, un joven peón de campo que descubre su sexualidad en un ambiente poco favorable. El motivo que le impulsó a escoger este tema fue que “no había visto ninguna película argentina que abordara a un personaje transexual en pleno proceso de cambio”. Su intención, desde un principio, fue “entender las condiciones sociales de una persona como Marilyn”. Martín insiste en “la necesidad de crear películas que aborden estos temas para remover la conciencia de la sociedad”.
Marilyn ha pasado por muchos festivales antes de llegar a San Sebastián. De hecho, ayer mismo ganaba el premio Queer Lisboa 22 del Festival Internacional de Cine de la ciudad. Martín confiesa que tenía ganas de presentar la película en el Zinemaldia, porque “este es el Festival que mejor representa al cine lationamericano”.
Esta historia sirve para concienciarnos de que existe una realidad en la que muchos jóvenes no pueden mostrar su yo más auténtico. Marcos, por ejemplo, convive en una familia que reprime su posibilidad de ser él mismo, “una homofobia que está muy presente en la sociedad argentina y no sólo en los medios rurales”, añade Martín. A Marilyn “no se le permite ser quién quiere ser. No se le permite ser, sin más”. Esta es una película que se opone a la negación de la propia identidad. De hecho, es curiosa la acogida que está teniendo Marilynallá donde se visualiza: “Muchas veces se me acerca gente del público, después de ver el film, para decirme que ellos son Marilyn y que la vida que muestro en ella es la suya propia”.
El primer largometraje de Martín es un proyecto que viene construyéndose desde hace años. Desde 2009 el director ha ido documentándose del caso de la verdadera Marilyn, de donde parte esta historia basada en hechos reales. Por ello, para él encontrar al protagonista idóneo era sumamente importante: “No quería que fuera un actor conocido para que el público se centrara en la historia en sí, no en el famoso que ahora hace de homosexual”. Así fue como escogió a Walter Rodríguez, que antes de esta película no había interpretado ningún papel. La magia que descubrió en el propio Walter, en el real, fue lo que le hizo decantarse por él. “Tenía una verdad en su propio cuerpo y para mí esa verdad era fundamental para el personaje”.
Es una situación complicada para el panorama del cine argentino y para todas las Marilyn que ansían la libertad que merecen. “Cuando me preguntan cuáles son mis próximos proyectos, no sé qué responder. El cine independiente de Argentina está en estado de alerta y ni siquiera sabemos si podremos seguir haciendo cine”.
María Aranda