"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
Hubo un tiempo en el que el cine filipino solo exportaba al exterior a los realizadores Lino Brocka, de estilo urgente y géneros populares, y Cirio H. Santiago, que incluso llegó a trabajar en Estados Unidos para la productora de Roger Corman. Luego llegó como un huracán, que diría Neil Young, Brillante Mendoza. Sin que su impronta desapareciera, aparecieron nuevos valores de una cinematografía en los últimos tiempos muy festivalera, caso de Lav Diaz y Raya Martin. Mendoza, demoledor en títulos como Serbisy Kinatay, nunca pierde de vista la realidad convulsa de su país. Es lo que ocurre en el thriller que presenta hoy a competición en el Festival, Alpha, The Right to Kill, retrato de la corrupción imperante en la ciudad y en todas las capas de la sociedad.
La violencia seca y espasmódica, visualizada con un tenso ritmo por Mendoza, es distinta a la violencia envolvente y sigilosa que propone Rojo, el nuevo film del argentino Benjamin Naishtat, quien ya presentó en Horizontes Latinos de 2014 la inquietante Historia del miedo. Aquí queda expuesta la violencia cotidiana en la Argentina de los años setenta fuera de los grandes espacios urbanos. Y si Mendoza y Naishtat inciden en temáticas y emplean tonos que ya han tratado en su cine, Icíar Bollaín parece dar un vuelco a su obra con Yuli.
La directora de Te doy mis ojos relata la vida del bailarín cubano Carlos Acosta –interpretado por él mismo–, conocido por su arte y por haber sido el primer bailarín negro en representar personajes concebidos para bailarines blancos.
Tras el paso de El reino y su retrato del modelo de corrupción de la política española, y de L’Homme fidèle, en la que Louis Garrel como director se acerca a François Truffaut después de que durante tantos años su padre, Philippe Garrel, se aproximará a JeanLuc Godard, estas son las tres propuestas para hoy en la Sección Oficial. Buceando en las otras secciones del Festival nos topamos con la luminosidad de un blanco y negro fascinante en Cold War, en la que Pawel Pawlikowski regresa, como en la anterior Ida, a la Polonia de la era dura de la posguerra y la Guerra Fría, esta vez a partir de la historia de una pareja condenada a amarse pero no a entenderse. Es uno de los platos fuertes de Perlak junto a Mirai, la última propuesta del realizador japonés de animación Mamoru Hosoda, quien rompió una lanza a favor del anime en San Sebastián cuando concursó en 2015 con El niño y la bestia.
Y del Forum de Berlín recala en ZabaltegiTabakalera Da xiang xi di er zuo (An Elephant Sitting Still), una obra tan inclasificable como inabarcable que no tendrá descendencia: su director debutante, Hu Bo, se suicidó en octubre del año pasado, antes de que este drama sobre la influencia que un accidente escolar tiene en varios personajes empezara su andadura por los festivales.
Quim Casas