El último documental de León Siminiani Apuntes para una película de atracos inauguró ayer la sección New Directors con la presencia de su director y parte del equipo.
León Siminiani cuenta con una extensa filmografía, en la que ha experimentado formatos y géneros diversos y ya visitó San Sebastián con su primer largo Mapa (2012) que pudo verse en la 61 edición del Festival dentro de la sección Made in Spain.
Vuelve ahora a presentarnos este proyecto que nace en 2013, cuando el cineasta leyó una noticia sobre la detención de “El Robin Hoodde Vallecas”, líder de “la banda del as alcantarillas” que se dedicaba a atracar bancos con el método de lbutrón. Decide enviarle una carta a la cárcel para explicarle que sueña con hacer una película de atracos, con la idea de hacer dialogar su propio imaginario cinéfilo con la realidad y la experiencia auténtica de Flako. Contra todo pronóstico, él responde diciéndole que puede ir a conocerle a la cárcel. “Fui con miedo a visitarle porque yo nunca me había relacionado con alguien como él”, explica León Siminiani, quien añade que sentía a la vez cierta atracción por ese miedo que le iba a obligar a salir de una zona más personal y controlada, con la que acostumbra a trabajar en sus piezas anteriores, para adentrarse en el universo de un atracador.
La película arranca presentándonos a un personaje, que tiene un imaginario construido en torno al cine negro y quiere hacer algo que se acerque a ese universo que le fascina. Partiendo de su fantasía, entra en contacto con alguien que es real y que no tiene tanto que ver con cómo lo había imaginado. “La idea en esta película, al igual que en Mapa, era partir sin un guion cerrado. He hecho otros trabajos de ficción pura o de ensayo que partían de un texto muy prefijado pero aquí la idea era intentar que toda la incertidumbre y todo lo azaroso en la relación que nacía entre Flako y yo, de algún amanera, diese forma a la propia película”.
La película es un proceso en sí misma, en el sentido de que mientras el director aprende y se documenta para poder realizar una película de atracos en un futuro, por su parte Flako realiza todo un viaje de descubrimiento sobre qué es hacer cine, qué es el documental y qué es escribir. “Es una película literalmente hablando, sobre el aprendizaje, tanto para mí como para él”, explica León Siminiani. Gran parte de su relación se forjó a través de los libros que León Siminiani le va dando para que él lea, y que acabaron despertando las ganas de escribir sobre su propia vida a Flako, relato que pronto podremos leer cuando se estrene su novela “Esa maldita pared” (Ed.Libros del K.O.) título homólogo de una canción de Bambino también presente en el documental.
De hecho, a medida que su relación avanza, este documental se revela como la crónica del descubrimiento de una persona y esa es la razón por la que el cineasta le acaba dando las riendas de la segunda parte de la película a su protagonista, quien pasa a ser la voz en off y sujeto principal. El cineasta descubre un personaje muy expansivo que le lleva a desterrar ese primer enfoque más personal y subjetivo y dar un paso atrás para que él pase al frente. “Su figura me sorprende y me interesa mucho por su pasado, por lo que hizo primero, por cómo consiguió levantar esos golpes tan complejos prácticamente solo, porque tiene una necesidad muy grande de contar su experiencia y porque tiene mucho talento”.
Filmar desde la carencia
Sin embargo, tras dos años con el proyecto en marcha, el documental atraviesa un momento crítico cuando Flako decide que no va a salir en la película porque su familia está en contra. Gracias a esta crisis, buscando la manera de que el documental siguiese adelante, surgen algunos dispositivos creativos que son ahora parte de sus señas de identidad, como la máscara con la que el protagonista aparece ante la cámara.
Comentaba asimismo su director que están muy ilusionados de poder estrenar la película en el Festival de San Sebastián en New Directors y que está “especialmente contento porque Flako se pueda asomar al mundo de esta manera”, porque no es habitual encontrar a una persona que tenga esa energía, y esa pasión y esa vocación de contar y al mismo tiempo que tenga un talento natural ara hacerlo. Flako ha conseguido que León Siminiani salte del ‘yo’ al tú en su relato fílmico, en una narración donde el ‘tú’ es Flako.
Amaiur Armesto